birmingham - Garbiñe Muguruza tiene una bestia negra particular en Barbora Strycova, la pequeña jugadora checa que le ha ganado las dos últimas veces que se han enfrentado. El año pasado la de Pilsen se impuso por 6-1 y 6-0 en Eastbourne. Ayer, lo hizo por 6-2 y 6-4 en la segunda ronda de Birmingham en otro partido frustrante para la última campeona de Wimbledon, que si recuerda la experiencia de hace un año quizás da por buena la derrota. Strycova es una tenista que se maneja bien en hierba, donde ha obtenido buenos resultados, y que de nuevo enredó a Muguruza con su juego de alturas y envíos cortados.

Los quince errores no forzados de la de Caracas en el primer set fueron una losa ya que Strycova se defendía con su saque con autoridad y no cedió ni una bola de rotura en todo el parcial. Garbiñe Muguruza, en cambio, pasó de un partido casi perfecto ante Pavlyuchenkova a todo lo contrario ayer cuando ni siquiera en el segundo set, cuando tuvo saque para 3-0 o para 5-2, pudo salir de la tela de araña que le tejió Strycova. Sufrió para sacar adelante sus servicios y cuando quiso ser agresiva, a la vasco-venezolana le faltó contundencia en la red, algo fundamental en hierba si se quiere llevar la iniciativa. Perdió la paciencia y la jugadora checa enlazó cuatro juegos seguidos para anotarse otra victoria ante Muguruza, que salvó tres bolas de partido antes de claudicar en otro torneo que se le atasca en las primeras rondas.

“Barbora juega muy bien en hierba, su estilo de juego se adapta muy bien a la superficie. Me gustaría jugar más partidos antes de Wimbledon, pero nada realmente me preocupa. Sólo quiero aprender y la próxima vez que me enfrente a ella, ganarla”, resumió Muguruza, primera cabeza de serie individual y que ha disputado también el torneo de dobles en Birmingham y la semana que viene podría jugar en Eastbourne para no dejar pasar dos semanas antes de su debut en Wimbledon, donde defenderá título.

Por otro lado, Novak Djokovic se impuso con autoridad (6-4 y 6-1) a Grigor Dimitrov en Queen’s y Roger Federer sufrió ante Benoit Paire en Halle, donde salvó dos bolas de partido: 6-3, 3-6 y 7-6. - R. Calvo