Pamplona - Ganar el Manomanista de la LEP.M no resulta una tarea sencilla, y lo es menos aún hacerlo en dos ocasiones consecutivas. De hecho, solo 13 pelotaris lo han conseguido en los casi 80 años de historia del torneo. El último en lograrlo fue Aimar Olaizola, campeón en 2012 y 2013. Desde entonces, nadie ha sido capaz de revalidar el título de un año para otro y, de hecho, las últimas cuatro ediciones del torneo han concluido con cuatro pelotaris diferentes en el primer escalón del podio: Juan Martínez de Irujo (2014), Mikel Urrutikoetxea (2015), Iker Irribarria (2016) y Oinatz Bengoetxea (2017), que el próximo sábado inicia la defensa de su corona (lo hace ante Danel Elezkano en el frontón Labrit de Pamplona) con la intención de acabar con la maldición del campeón vigente.
Aunque en tiempos pretéritos fueron unos cuantos los que dominaron con puño de hierro el Manomanista de Primera, las fuerzas se han igualado en los últimos tiempos entre los aspirantes a la txapela que todo profesional codicia. El pionero en el arte de ganar y volver a ganar fue Atano III, campeón de las cuatro primeras ediciones de la competición (entre 1942 y 1946, teniendo en cuenta que por aquel entonces el campeonato se disputaba cada dos años). Después le imitaron otros muchos: Gallastegi (tres títulos entre 1948 y 1951), Arriaran II (1955 y 1956), Ogueta (1958 y 1959), dos veces Azkarate (tres txapelas entre 1960 y 1962 y dos seguidas en 1964 y 1965) y otras dos Juan Ignacio Retegi (1969 y 1970 y cuatro veces seguidas entre 1972 y 1975), Juan Mari Bengoetxea (1978 y 1979), Julián Retegi (encadenó nueve títulos entre 1980 y 1988), Galarza III (1991 y 1992), Beloki (1998 y 1999 -cada empresa organizó su torneo-), Eugui (1999 y 2000), Irujo (2009 y 2010) y Olaizola II (2012 y 2013). Desde entonces, nadie más, salvo que Oinatz Bengoetxea diga lo contrario. - J.L.