Madrid - Los pitos de los aficionados del FC Barcelona y el tarareo de la hinchada del Sevilla FC rivalizaron ayer durante el himno de España previo a la disputa de la Copa, en el estadio Wanda Metropolitano de Madrid.
Tal y como viene siendo habitual durante los últimos cuatro años, en los que el Barça siempre ha llegado a la final copera, la mayor parte de sus aficionados pitó el himno nacional, que se escuchó por espacio de 50 segundos ante el rey Felipe VI, que presidía el palco de autoridades.
Los hinchas del conjunto andaluz tararearon el himno. El Lo, lo, lo se escuchó con fuerza al ritmo de los acordes que despedía la flamante megafonía del nuevo estadio Metropolitano.
Mientras sonó el himno, la media fue de 110 decibelios con picos máximos de 115, niveles similares a los que se escucha dentro de una discoteca o a los que puede llegar a generar una taladradora. No se alcanzó la barrera de los 120 decibelios, a partir de la cual se considera que empieza a ser dañino para la salud.
Además, en el minuto 17, tal y como suele ser tradicional en cada partido en el Camp Nou, desde el fondo sur donde se alojó la afición azulgrana se escuchó el cántico de “¡Independencia!”, igual que en el minuto 25 se escuchó “¡Libertad!” en referencia a los políticos catalanes encarcelados. Ambos cánticos duraron unos segundos y fueron respondidos con pitos por la afición del Sevilla.
Por otra parte, cabe destacar que la presencia en las gradas de stewards, los comisarios que se encargan por velar por la seguridad dentro del estadio, fue sensiblemente más numerosa en la zona donde se alojó la afición del Barcelona en comparación con el fondo norte de la hinchada hispalense.
Tras una jornada de fiesta e ilusiones solo hubo que lamentar un incidente concreto: un autobús de aficionados sevillistas fue apedreado, y sufrió algunos desperfectos, cuando se dirigía hacia el estadio y pasó cerca de la zona de los seguidores del Barcelona. En una parada, algunos radicales lanzaron distintos objetos que rompieron una luna del vehículo. El incidente no causó daños personales ni impidió que el autobús prosiguiera su marcha. - E.P.