madrid - El Real Madrid cayó eliminado en cuartos de final de la Copa del Rey, remontado en su estadio por el Leganés, despidiéndose de una competición en la que ha sido incapaz de ganar en el Bernabéu a ningún rival, que deja señalado a Zinedine Zidane y a su segunda unidad. Cinco claves para entender el fracaso:

1. Incapaz de ganar en el Bernabéu. El Real Madrid se despidió de Copa del Rey con una sonrojante estadística: fue incapaz de ganar de local a ninguno de sus rivales, aunque fuesen de otra categoría. Comenzó empatando a dos ante un equipo de Segunda B como el Fuenlabrada, repitió resultado en el Santiago Bernabéu frente al Numancia de Segunda y cuando se enfrentó a un rival de Primera, el Leganés, cayó derrotado en una noche negra para el madridismo.

2. Bajón de la segunda unidad. Los jugadores que han sustituido a futbolistas contrastados como Pepe, James Rodríguez o Álvaro Morata, no han dado la talla que exige el Real Madrid y Zidane no ha ayudado a que lo consiguieran. El fin de su política de rotaciones masivas en Liga, provoca que cada vez que juega la segunda unidad sea en bloque en Copa del Rey, aumentando la posibilidad de brillar por la falta de mecanismos de grupo en el juego y las oportunidades acaben convirtiéndose en un examen final.

3. Excesos de confianza. El Real Madrid se vio en semifinales antes de jugar y ese exceso de confianza le salió caro. La actitud de los jugadores no fue la adecuada tras el triunfo de la ida, sin la preparación psicológica que requería un partido de cuartos de final. No lo transmitió Zidane desde el momento en el que diseñó la convocatoria, dejando en la grada a Ronaldo, Bale, Marcelo o Kroos.

4. Un equipo poco trabajado. El tanto que acaba costando la eliminación madridista retrata a Zidane y el trabajo que debe realizar un técnico en la preparación de los partidos. Lo marcó tras acción a balón parado, un saque de esquina, el jugador más fuerte del Leganés en el remate, que no era marcado por el defensa más potente en el juego aéreo del Real Madrid, Sergio Ramos.

5. El carácter de antaño. Cuando le venían mal dadas al Real Madrid, siempre aparecía un jugador que asumía el liderazgo y una unión del grupo para reaccionar a base de carácter. Esta temporada ese orgullo ha desaparecido en los partidos en los que comienza perdiendo, hasta en doce ocasiones de este curso. Ya no hay goles salvadores en el último suspiro.