Varazdin (Croacia) - La selección española de balonmano pone a prueba esta tarde su condición de aspirante ante la durísima Hungría (18.15 horas, TDP), en un encuentro que afronta con la baja del extremo Ángel Fernández. El exterior, que sufrió un esguince en la rodilla derecha con afectación parcial del ligamento lateral interno durante el partido que enfrentó el sábado al equipo con la República Checa, no sólo se perderá el duelo con los magiares, ya que previsiblemente no volverá a jugar en lo que resta de torneo. “Médicamente es poco posible, porque este tipo de esguinces requieren un tiempo de reposo e inmovilización que va más allá de la duración del torneo. En condiciones normales serían de tres a cuatro semanas y por mucho que queramos acortar el proceso estamos muy justos de tiempo”, aseguró el médico de la selección, el doctor Muñoz Benito.
Ariño suple a Ángel FErnández El percance ha obligado al seleccionador, Jordi Ribera, a convocar con urgencia al jugador del Barcelona Aitor Ariño, que llegó ayer por la mañana a Croacia y que presumiblemente entrará hoy en la convocatoria para medirse a Hungría. No obstante, no será hasta hoy por la mañana cuando el técnico decida si será Aitor Ariño o el lateral navarro Iosu Goñi, que se quedó fuera de la convocatoria ante la República Checa, quien complete la lista ante los magiares.
El encuentro servirá a los Hispanos, tras el plácido debut que tuvieron el sábado ante el conjunto checo (32-15), para calibrar sus auténticas posibilidades de pelear por las medallas en el Europeo. El partido pondrá en escena dos maneras absolutamente distintas de concebir el balonmano, ya que, si el conjunto español basa su estilo en la variedad de su juego colectivo y en la riqueza táctica de sus jugadores, el equipo magiar apelará a la fortaleza física y a la capacidad de lanzamiento exterior de sus jugadores.
“Hungría cuenta en ataque con jugadores que tienen mucha facilidad de lanzamiento y además posee dos centrales muy creativos -Mate Lekai y Gabor Csaszar- que trabajan muy bien todas las situaciones de juego colectivo para que los laterales puedan lanzar a portería”, advirtió el seleccionador español. Una circunstancia que obligará al equipo de Ribera a mostrar la misma solidez defensiva que ya exhibió ante la República Checa, como confirman los 15 goles que encajó ante los centroeuropeos, si quiere contener a cañoneros de la talla de Richard Bodo o Iman Jamali. La velocidad en las transiciones también se antoja fundamental.