Dinamarca0
Rep. de Irlanda0
DINAMARCA Schmeichel; Ankersen, Kjr, Bjelland, Stryger Larsen; Delaney, Kvist, Eriksen; Cornelius (Poulsen, m.64), Jrgensen, Sisto (Bendtner, m.72).
IRLANDA Randolph; Christie, Duffy, Clark, Ward; O’Dowdda, Arter (Whelan, m.86); Brady, Hendrick (Hourihane, m.90), McClean; Murphy (Long, m.74).
Árbitro Milorad Mazic (Serbia). No sacó ninguna tajeta.
Estadio Parken de Copenhague. 36.189 espectadores.
Copenhague - Irlanda logró empatar sin goles en su visita a Dinamarca, en el partido de ida de la eliminatoria de repesca entre ambas para el Mundial. Un resultado que permite a la selección británica abrigar esperanzas de clasificarse.
El partido no se desvió del guion previsto: Irlanda se echó atrás y se dedicó a aguardar en su campo, cerrando espacios, defendiendo el 0-0 como un tesoro, a la espera de lo que hiciera Dinamarca, que acaparó la posesión de la pelota.
Hareide repitió el ataque que goleó a Polonia en la clasificación, con Cornelius como falso extremo, para hacer valer su superioridad física, pero no funcionó el plan. Los irlandeses no se achicaron y, además desconectaron a Eriksen, cerebro danés y su máximo goleador en la liguilla.
A Dinamarca le sobró juego directo y le faltó paciencia para romper a un equipo no sobrado de talento, pero disciplinado y con pundonor. Aun así, tuvo tres ocasiones muy claras en la primera parte. La primera, nació de un gran cambio de juego de Kjr, que dejó solo a Stryger Larsen, que hizo lucirse a Randolph, rápido para responder luego al rechace de Cornelius.
De un error de bulto del capitán Clark nació otra buena oportunidad. Eriksen recogió el regalo y sacó un trallazo centrado que el portero sacó con apuros. El balón acabó a los pies de Sisto, que quiso ajustar tanto el disparo que lo mandó fuera.
Irlanda no hizo mucho más que defenderse y perder tiempo en faltas y córners.
El panorama no mejoró para Dinamarca en la segunda mitad. A las dificultades para romper la defensa rival se añadieron los errores por las prisas y la falta de ideas. Apenas Eriksen y Sisto buscaban crear juego, pero sin fortuna. El partido era cada vez peor e Irlanda se encontraba cómoda, aunque sin darse demasiadas alegrías en ataque. Dinamarca hizo un ejercicio de impotencia y solo dejó un sinfín de centros errados, pases a ningún lado y un cabezazo de Poulsen desviado por Randolph como única ocasión. Un balance paupérrimo que le pone contra las cuerdas. - Efe