Bilbao - Los responsables de la Vuelta a España, con su director Javier Guillén al frente, ya han cerrado con los responsables de la Diputación Foral de Bizkaia el acuerdo para que la ronda española pase en la edición del año que viene por el territorio. Y lo hará a lo grande. Con una etapa para el recuerdo. Así lo confirmó ayer el propio Unai Rementeria, que no dio muchas pistas del recorido que seguirá la serpiente multicolor por las carreteras vizcaínas. Lo poco que dijo el diputado general en los micrófonos de la cadena Ser es que el final será “espectacular”.

“Es algo inaudito que no se ha visto antes en cuanto a una final de etapa”, destacó Rementeria, antes de asegurar que todos los detalles se conocerán en breve. Lo que está descartado es que Bilbao sea salida y llegada de la misma. Aprovechando la orografía vizcaína, se trataría de una etapa de alta montaña, posiblemente en la última semana de competición. A la espera de conocer el recorrido exacto, uno de los enclaves que podría reunir todos los alicientes que buscan los organizadores de la Vuelta a la hora de plantear finales poco habituales, como el caso del Angliru, es el parque natural de Gorbeia.

Este acercamiento de la Vuelta podría representar la antesala de la solicitud de una etapa del Tour de Francia, lo que coincidiría con el interés de la Diputación de atraer eventos dotados de una considerable repercusión internacional, como es el caso de la Champions de rugby, que tendrá como epicentro San Mamés en 2018.

La última vez que la Vuelta pisó las carreteras vizcaínas fue en 2016, cuando Bilbao acogió la llegada de la décimo segunda etapa (Los Corrales de Buelna-Bilbao), que una vez más pasó por El Vivero ante centenares de espectadores, y la salida de la décimo tercera (Bilbao-Urdax-Dantxarinea). Además, a diferencia de 2016, en la edición de 2018 de la Vuelta podría haber un equipo vasco en el pelotón, ya que se espera que la formación Euskadi Basque Country-Murias Taldea pueda acceder a competir en carreras como la Vuelta a España, una de las tres grandes del ciclismo mundial.

al menos ocho finales en alto La Vuelta arrancará el 25 de agosto desde el Centro Pompidou de Málaga, con una contrarreloj de 10 kilómetros, y acabará el 16 de septiembre en la plaza de Cibeles de Madrid. Tras esa primera etapa, tres jornadas más con salida en la provincia de la Costa del Sol. La primera o la segunda de ellas casi seguro con final en Caiminito del Rey, el bello paraje en el que se dio a conocer al gran público el colombiano Esteban Chaves en 2015. Y donde también el holandés Tom Dumoulin, vigente campeón del mundo contrarreloj y ganador del último Giro, demostró que domina las subidas de grandes desniveles. Hasta del 15% son algunos de los muros del Caminito en los cuatro últimos de sus 7,3 kilómetros al 5,5%. La cuarta etapa, la última que sale de Málaga, terminará en otra provincia andaluza, que aún no se ha desvelado.

A partir de ahí, la conocida apuesta de La Vuelta y Javier Guillén por finales en alto, que este año “serán entre ocho y diez”. “Ya llevamos ocho y no creo que lleguemos a los diez”, adelantó el pasado lunes en París el director de la Vuelta en unas pequeñas “pinceladas” de la edición del próximo año. De esa decena de finales en alto, “dos serán inéditos”, uno de ellos finalmente en Bizkaia, dentro de un recorrido “en progresión de menos a más” en cuanto a la dureza de los recorridos. Que alcanzarán su culmen “en la tercera semana” y, especialmente, en “la penúltima etapa”, el 15 de septiembre, “que será una gran jornada de montaña”. - K. Txakartegi