Vitoria - La séptima jornada de liga en el Grupo II de Segunda División B deparará mañana por la tarde un atractivo duelo en Olaranbe entre el Club Deportivo Vitoria y el Mirandés, uno de los equipos favoritos del grupo y claro aspirante al ascenso de categoría después de haber descendido la pasada campaña tras un fructífero periplo en Segunda División. El partido comenzará a las 17.00 horas y contará con el añadido de ver en las gradas del recinto de Puente Alto a varios cientos de seguidores del cuadro mirandilla, dada la cercanía entre Vitoria y Miranda de Ebro.

Es tercero en la clasificación -por delante solo se encuentran Burgos y Sporting de Gijón B- el conjunto dirigido por Pablo Alfaro, que ha conseguido acumular catorce puntos y no conoce la derrota en las primeras seis jornadas. “Por presupuesto y jugadores, es uno de los equipos llamados a disputar el play off de ascenso”, cuenta Igor Gordobil, técnico del cuadro alavés. Es evidente que su mayor amenaza ofensiva es Diego Cervero. Cinco de los seis goles que lleva hasta ahora el conjunto burgalés los ha logrado el delantero asturiano. “Tiene ese instinto goleador. Le conocemos bien y sabemos que además contagia esa intensidad al resto del grupo, aunque debemos preocuparnos del Mirandés como conjunto”, añade el preparador guipuzcoano. En las filas del conjunto rojillo milita también el vitoriano Igor Martínez.

Tras el primer punto cosechado lejos de casa el pasado domingo el Club Deportivo Vitoria -decimocuarto en la clasificación con seis puntos, solo uno por encima de la zona de descenso- se propone ahora lograr la segunda victoria del año. “El equipo hace las cosas bien, pero en dos acciones se desconecta. Tenemos que intentar hacerlo todo bien sin irnos del encuentro en ningún momento. Hay que subir un punto esa intensidad para no cometer esos fallos”, manifiesta Gordobil.

A falta de la sesión de hoy están confirmadas para el duelo del mañana las ausencias de Alfonso Martín, con problemas de pubis, y la de Koldo Obieta, que sufrió en Gernika un esguince de tobillo. Ambos estarán dos o tres semanas apartados de los terrenos de juego. - DNA