madrid - Ángel María Villar, en prisión desde el pasado día 20 tras ser detenido en una operación anticorrupción, dio ayer el siguiente paso lógico: presentar su dimisión como vicepresidente de la FIFA y de la UEFA y de su cargo como miembro del Comité Ejecutivo de este último organismo. A través de una carga remitida directamente a Aleksander Ceferin, presidente de la entidad europea, el imputado “presentó su dimisión con efecto inmediato”, por lo que “ya no tendrá funciones oficiales”, tal y como explicaron fuentes del órgano rector del fútbol continental. Ceferin, por su parte, aceptó de inmediato la dimisión de Villar: “Y le ha agradecido sus muchos años de servicio a la UEFA. Teniendo en cuenta los procedimientos judiciales en curso, no tenemos más comentarios que hacer sobre este asunto”, afirmó.

Con todo, Villar no ha presentado todavía su renuncia a la presidencia de la Federación Española de Fútbol (FEF), cargo que ocupaba desde hacía 29 años; sino que fue el Consejo Superior de Deportes (CSD) quien, el pasado día 25, decidió suspenderle cautelarmente tras ser ingresado en la cárcel de manera provisional y sin fianza por un posible perjuicio de millones de euros a las arcas del organismo militar. De hecho, el juez Santiago Pedraz aceptó la petición de la Fiscalía tras tomar declaración al propio Villar, además de decretar también prisión a su hijo Gorka y a Juan Padrón, vicepresidente de la FEF.

El dirigente vasco entró a formar parte del Comité Ejecutivo de la FIFA en 1998, tras la elección del suizo Joseph Blatter como presidente. En 2002 se convirtió en uno de sus vicepresidentes y, además de comandar la Comisión Jurídica, también presidió la de los Árbitros hasta el pasado enero, cuando fue reemplazado por el excolegiado italiano Pierluigi Collina. A la UEFA llegó antes, en 1992, y desde hace quince años ocupaba una de sus cinco vicepresidencias, la primera hasta el pasado 5 de abril, cuando el sueco Karl-Erik Nilsson le reemplazó. De hecho, esa condición de primer vicepresidente cuando el francés Michel Platini fue sancionado y tuvo que dejar el alto cargo, hizo que Villar asumiera las funciones de este. Es más, el ahora imputado llegó a presentar oficialmente su candidatura a presidir el organismo rector del fútbol europeo en las elecciones del año pasado. Sin embargo, finalmente la retiró antes de las votaciones.

Con todo, la UEFA parece no tener prisa en sustituir la vacante dejada por Villar y parece que esperará hasta el próximo Congreso Ordinario, que se celebrará el 28 de febrero del 2018 en Bratislava. Y es que es el presidente, Ceferin, quien decide sobre los vicepresidentes y no necesariamente tiene que elegir ahora el reemplazo.

la defensa de Larrea El actual presidente de la FEF, Juan Luis Larrea, presentó ayer su declaración como testigo en el caso Soule justo cuando se conocía la dimisión de Villar de sus cargos en la UEFA y en la FIFA. El tesorero, durante 28 años, del imputado vasco salió de la Audiencia Nacional y se puso delante de los micrófonos, donde aseguró no conocer de antemano la decisión de Villar sobre su situación en los organismos internacionales. “Eso es cosa de él, yo no tengo ni idea de lo que tiene o no tiene que hacer. Esa decisión no la voy a tomar yo por nadie, la tiene que tomar él. Yo creo que él se considera inocente y creo que, por eso, no tiene que dimitir”, explicó Larrea. Durante su declaración ante el juez, el ahora presidente de la FEF dijo esperar que las cosas “salgan lo mejor posible para todos” y, además, negó “tajantemente” que haya habido un “saqueo” en la Federación.

Junto a Larrea también declaró el exadministrador general de la FEF, José María Castillón, despedido en abril; pero como investigado en el caso Soule: “Soy desconocedor de todas las faltas porque estaba ajeno a todos esos temas”, aseguró en referencia Villar y Padrón. Castillón también dijo que “no ha habido irregularidades, nunca”.