REAL MADRID Llull (16), Taylor (2), Maciulis (9), Randolph (9), Ayón (6) -quinteto inicial-, Rudy Fernández (3), Draper, Hunter (7), Carroll (14), Reyes (6) y Doncic (4).
BARCELONA Rice (6), Oleson (8), Claver (7), Perperoglou (16), Tomic -quinteto titular-, Koponen (3), Renfroe (2), Faverani (4), Vezenkov (6), Eriksson (9) y Diagné.
Parciales 23-23, 24-13, 15-21 y 14-18.
Árbitros Martín Bertran, Cortés y Martín Caballero. Eliminaron a Eriksson (min. 39).
Pabellón Wizink Center. 12.448 espectadores.
madrid - Sergio Llull volvió a ser providencial para decantar, con una canasta en el último segundo, un vibrante clásico ante un rocoso Barcelona que plantó cara al Real Madrid y tuvo opciones hasta el final, pero acabó sumando una nueva derrota ante su eterno rival.
Con un juego intermitente, mayor dominio en el rebote y lastrados por sus bajos porcentajes desde el triple (7/30), los azulgranas culminaron una remontada y se pusieron por delante a seis segundos del final, los que necesitó Llull para tomar la responsabilidad y sellar una victoria agónica que pone fin a una racha de tres derrotas consecutivas de su equipo en la Liga Endesa.
Tras un primer cuarto igualado, el segundo deparó la primera escapada blanca para llegar al descanso 47-36. Algo pareció mejorar en los hombres que entrena el griego Georgios Bartzokas tras el paso por vestuarios. Con Tomic dominando bajo tableros y Perperoglou aportando puntos, Koponen puso a tres a los suyos (54-51, min 28).
En el parcial definitivo, Eriksson subió la tensión con un triple que puso a uno al Barça con tres minutos y medio por jugar. Con cinco puntos consecutivos, Carroll dio aire a los locales, que acababan de celebrar, el récord de Felipe Reyes convertido en el mayor reboteador de la historia de la ACB.
Dos providenciales robos azulgranas en el último minuto le devolvieron la ventaja en el marcador tras muchos minutos gracias a las canastas de Perperoglou y Tomic (72-73 a 26 segundos del final).
Randolph anotó bajo aro y dejó veinte segundos a los azulgranas, que sumaron dos nuevos puntos por mediación del croata. Con seis segundos por jugar, la bola fue para Llull, que anotó desde tres metros y puso, con su sangre fría habitual, el broche a un clásico vibrante que pudo haberse llevado cualquiera de los contendientes. - Efe