Llegó el primer cajón de la temporada para Javier Ruiz de Larrinaga (MMR-Spiuk CX Team) ayer martes en la cita de la Federación Vasca en Legazpi, una prueba desarrollada sobre la misma tónica que las anteriores en Llodio (6º) y Muskiz (7º): un circuito sinuoso y seco, donde el pentacampeón de España, todavía lejos del nivel de algunos de sus rivales, no pudo explotar todo su potencial. “Hay que rendirse a la evidencia de que Ismael Esteban -ganador- y Aitor Hernández -segundo en meta- siguen estando bastante mejor, pero con el paso de los días me voy acercando, y si no hubiese sido por la avería de mitad de carrera habría podido aproximarme mucho más a Aitor”, reconoció el corredor alavés a la conclusión de la carrera.
Habla Larri de un incidente en el cual daño la patilla del cambio al tomar mal una curva. “No creo que el incidente me haya hecho perder mucho tiempo -NdR: Jon Munitxa, 4º, y primer sub-23 le adelantaba durante un par de vueltas hasta que el alavés retomaba su posición de podio-, pero sí que ha hecho que me tomase las cosas muy diferente. Era un circuito con curvas en peralte, otras complicadas de tomar y donde realmente no podía imprimir mi ritmo. ¿Que si me vendría bien el barro que están anunciando para las próximas carreras? Seguramente sí, pero como siempre digo, quien va bien y está fuerte, destaca en todos los terrenos. Y eso es en lo que tenemos que trabajar, en acercarnos pronto al cien por cien”, justificaba el ciclista local.
próximo doblete Para Larrinaga y buena parte de sus rivales, la clave ahora será “recuperar y competir casi, casi sin entrenar“, ya que con apenas tres días de margen se aproxima otro doblete con Arrasate (Fed. Vasca, sábado 5) y Karrantza, tercera manga de la Copa de España, el domingo 6. “Queda mucho trabajo que hacer pero lo haremos con calma y sin alteraciones. Como ya decía el domingo después de Muskiz, volver a mi mejor rendimiento es una carrera de fondo y debemos permanecer tranquilos“, concluyo Loyo ante la mirada de Ismael Esteban, el cántabro al que nadie parece descabalgar hasta la fecha, un jinete referencial de la campaña ciclocrossista que nada sabe del barro porque el otoño prolonga el brazo caluroso del verano. No cambia el tiempo y tampoco Esteban, perenne en la victoria.- DNA