río - Muchos pensaban que el de ayer era el final del ciclo victorioso que lleva cubriendo España desde hace una década. Sin embargo, eso no quedó tan claro en las manifestaciones de los jugadores, empezado por el propio Pau Gasol, que no quiere dejarlo cuando el equipo sigue acumulado éxitos. “Hay mucho talento y me encanta estar en la cima de los torneos. Los años pasan y alguna vez tendré que dejarlo y cuando llegue ya lo haré. Es parte de mi trayectoria. toda esta carrera es un regalo y jugaré todo lo que pueda. Va a ser un honor. Lo estoy pasando bien”, comentó el pívot de Sant Boi, para quien no hay otro secreto que “la química en el equipo, que nos ayuda a salvar obstáculos”. “Estoy orgulloso de este grupo y de formar parte de él”, añadió un jugador al que solo le queda “la espina de no haber podido ganar a Estados Unidos. Hemos luchado y hemos estado muy cerca varias veces”.
Gasol cerró el partido de ayer con 31 puntos y 11 rebotes y contribuyó agrandar su leyenda como el jugador más determinante en el baloncesto del ámbito FIBA. El nuevo jugador de los Spurs y Felipe Reyes se colgaron ayer su décima medalla de las once que ha logrado España desde 2001. Solo se perdieron el bronce del Eurobasket de 2013. El pívot del Real Madrid sí reconoció que “para muchos de nosotros estos son los últimos Juegos y acabar ganando es importantísimo porque una medalla no es fácil de conseguir”. Reyes dijo que “no se sabe si se cierra un ciclo”, pero en todo caso “el futuro y el relevo están asegurados porque por detrás vienen jóvenes con fuerza”.
También está en cuestión el futuro de Sergio Scariolo, aunque la FEB quiere que siga. El seleccionador no soltó prenda tampoco sobre su futuro porque “ahora es el momento de valorar y disfrutar de este grandísimo éxito” que, según el italiano, premia una vez más “a una generación que ha cambiado la mentalidad del deporte español. Su ambición y autoexigencia han sido contagiosas”. - R. Calvo