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ITALIA: Buffon; Barzagli, Bonucci, Chiellini; Florenzi (Min. 84, Darmian), Parolo, De Rossi (Min. 53, Motta), Giacherini, De Sciglio; Éder (Min. 80, Insigne) y Pellé.

ESPAÑA: De Gea; Juanfran, Piqué, Ramos, Jordi Alba; Cesc Fábregas, Sergio Busquets, Iniesta; Silva, Morata (Min. 69, Lucas Vázquez) y Nolito (Min. 46, Aduritz; Min. 80, Pedro).

Goles: 1-0: Min. 33, Chiellini. 2-0: Min. 91: Pellé.

Árbitro: Cuneyt Cakir (Turquía). Amonestó a los italianos De Sciglio, Pellé y Motta, y a los españoles Nolito, Busquets y Silva.

Incidencias: Partido de los cuartos de final de la Eurocopa 2016 disputado en el estadio de Francia, en Saint Denis, ante unos 80.000 espectadores.

parís - La fórmula dio claros síntomas de agotamiento hace dos años, en Brasil, donde la selección española cuajó su peor participación en la fase final de un mundial. Pero se buscaron, y encontraron, las excusas oportunas. Vicente del Bosque puso su mejor cara, la de padrazo, esa de buen hombre, e imploró otra oportunidad. A modo de brindis por los buenos tiempos, más que nada como premio a la brillantísima hoja de servicios que le precedía (el Mundial de Sudáfrica’2010, la Eurocopa de Polonia y Ucrania’2012) y porque, explicó, quién mejor que él, depositario de un estilo fascinante de concebir el fútbol y curtido en mil batallas, para capitanear la transición, una “revolución tranquila”, dijo, eufemismo que ejemplificó con el cambio de David de Gea por Iker Casillas en la portería.

La fórmula ha quedado definitivamente agotada, hecha añicos por el rigor táctico, vigor físico y espíritu competitivo conque la Italia de Antonio Conte superó a España, jubilando definitivamente al técnico salmantino, que la víspera del suceso expresaba en público lo encantado que estaba con el puesto de seleccionador y dejaba caer su disposición a capitanear el próximo mes de septiembre la fase de clasificación para el Mundial de Rusia.

El caso es que la selección española comenzó a desintegrarse en el partido anterior, cuando afrontó el choque frente a Croacia dándose aires de grandeza, de ir de sobrados, figura que singularizó Ramos y su ‘quietos todos que yo tiro el penalti’, y recibió una cura de humildad palmaria. Perdió el partido y esa derrota arrojó a España a la parte dura del cuadro de la Eurocopa, con Italia en octavos, la perspectiva de Alemania en cuartos y Francia o Inglaterra en semifinales.

Los mismos hombres que fracasaron ante Croacia tuvieron frente a Italia la posibilidad de resarcirse y recuperar el prestigio mancillado, y aquí demostraron que no están para nada.

La apuesta, desde luego, también salpica y arrastra al seleccionador, que se equivocó con diseñar al equipo español desdeñando las características singulares del contrincante, que a falta de referente futbolístico (un Baggio, un Del Piero, un Pirlo) está construido bajo un rigor defensivo tremendo, representado por el trío Barzagli, Bonucci, Chiellini, la prestigiosa zaga de la Juventus, pero sin desdeñar para nada la faceta defensiva, labor que desplegaban con velocidad y equilibrio, pillando a los españoles desordenados y alcanzando los dominio de David de Gea con varios hombres sin marca y dispuestos a recibir la pelota en condiciones de remate.

La primera parte Italia fue un vendaval, y si acabó retirándose al vestuario en el intermedio con un solitario gol a favor fue por pura casualidad, y también porque De Gea, a diferencia del encuentro ante Croacia, estuvo certero desde el principio, cuando a los siete minutos repelió un remate de Pellé, de cabeza, abajo, de forma espectacular.

Parolo, e incluso el propio Sergio Ramos, solo que en propia meta, pudieron inaugurar el marcador. Precisamente una falta cometida al borde del área por el central madridista desencadenó la jugada del primer tanto italiano. El duro lanzamiento de Eder penetró la barrera española, muy mal colocada, De Gea repelió el balón, pero lo dejó suelto en el área pequeña y varios jugadores italianos (y ninguno español) se tiraron como lobos a por el rechace. Y fue Chiellini, el genuino representante de esta Italia ruda, pero efectiva, quien anotó el primer gol cumplida la media hora. Giaccherini pudo anotar el segundo al borde del descanso, gloria que le arrebató el meta del United.

España no tuvo el balón, y cuando lo tuvo, no supo qué hacer con él. Lenta y desorganizada, hasta Busquets perdió el sitio, y peloteros tan insignes como el propio Iniesta, Silva, Nolito o Fàbregas fueron incapaces de conseguir al menos un par de fogonazos que recordaran la buena época.

Del Bosque reaccionó tras el descanso dando entrada a Aduriz y sacando a Nolito. El delantero del Athletic aportó vigor y su característico espíritu competitivo. Aduriz, que culminó su excelente temporada jugando la Eurocopa, apenas disputó media hora. Dejó un par de detalles de su calidad, recibió un enorme costalazo y se retiró cojeando. Lesionado.

Italia fue perdiendo fuelle y España cobró el control de la situación, pero con un fútbol lento y demasiado previsible. Al menos recuperó la vergüenza torera y entonces emergió la figura de Buffon, magnífico con sus paradas a tiros de Iniesta y Piqué.

Pellé, en el minuto 91, con el segundo gol, firmó el epitafio y puso la pesada losa sobre la tumba.

Italia

españa

ItaliaEspaña

7Tiros a puerta5

2Tiros fuera7

19Faltas cometidas13

3Tarjetas amarillas3

39Balones recuperados39

50Balones perdidos53

0Fueras de juego2

41%Posesión59%

5Paradas del portero5