CASTELROTTO - En la cresta de Alpe di Siusi, donde Vicenzo Nibali mascullaba una cronoescalada esquiva, el infortunio esculpido en su rostro taciturno, una sonrisa de confianza, de autoestima, recorría lo orografía de Steven Kruijswijk, reforzado el liderato del Giro con una soberbia cronoescalada, únicamente marchitada por las centésimas que le sisó Foliforov, vencedor del día. Una ganancia magra la del ruso en comparación con el botín que recaudó el holandés de cara a la general. “Es una pena no haber ganado, pero he conseguido meter tiempo a mis rivales y eso es muy importante. Hice todo lo posible para conseguirlo. Me levanté con buenas sensaciones, me vi muy animado y mentalizado para seguir llevando la maglia rosa”, expresó Kruijswijk.
Consumidos dos tercios de carrera, el líder es optimista de cara a lo que resta de Giro, que acometerá con una notable renta frente a Chaves, Nibali y Valverde. “Estoy seguro de que voy a ser capaz de defender la maglia rosa en la semana que queda”, expuso Kruijswijk, que en la pasada edición de la ronda italiana se manejó con enorme solvencia durante la desembocadura del Giro. “Queda mucho y hay que ir día a día. Me encuentro bien, motivado y además confío en mi equipo para lograr el objetivo”, apuntó Kruijswijk, que se quedó con la miel en los labios ante Foliforov. “Tenía muchas ganas de ganar la etapa. Ayer (por el sábado) terminé segundo y esta vez me lancé a por el triunfo”, analizó el líder. De la fortaleza del holandés no duda Alejandro Valverde, cuarto en la general. “A día de hoy se ve que Kruijswijk es el más fuerte. Siendo sincero, creo que es el más fuerte”. - C.O.