madrid - Javier Fernández revalidó su campeonato del mundo de patinaje artístico en Boston con un oro estratosférico, obra de un extraterrestre que eclipsó al favorito en todas las apuestas, el japonés Yuzuru Hanyu, que no pudo con el patinador español, tras una actuación perfecta en el programa libre con el que consiguió el título. Javier Fernández no deja de sorprender. Sin duda está a la altura de un Nadal o de un Pau Gasol, es uno de los mejores deportistas españoles que ha habido nunca. No hay duda. Y menos, cuando todos sus éxitos vienen desde un deporte con poca cabida en España que, gracias a él, poco a poco tiene más visibilidad.
Todo ocurrió en el City Garden de Boston, escenario donde hace unas décadas Larry Bird hizo historia en la NBA con los Celtics entre 1979 y 1992. El pabellón estadounidense acogió el duelo de dos patinadores excelsos, casi de otro planeta, sin apenas más rivales que ellos mismos y con el reto de lograr un título que casi de antemano tenía escrito el nombre de Yuzuru Hanyu. La victoria de Javier Fernández fue su consagración ante un rival indomable hasta este campeonato del mundo. Hanyu ya no fue el muro infranqueable para el mejor patinador español de todos los tiempos. - Efe