Vitoria - La pasada Semana Santa se celebró la vigésima novena edición de la prestigiosa regata a vela Ruta de la Sal, que, como en todos sus capítulos anteriores, contaba con dos puntos de salida pero uno solo de destino. La ruta del norte partía desde el puerto de Barcelona para alcanzar Sant Antoni de Portmany, en Ibiza, de forma directa; mientras que la ruta este partía desde Denia para alcanzar el mismo punto de destino rodeando y dejando a babor las islas de Ibiza y Formentera. Por primera vez en la historia de la Ruta de la Sal, una embarcación estuvo al completo tripulada por regatistas alaveses. Concretamente, ocho tripulantes federados en el Club Náutico de Vitoria que navegaron en un crucero Oceanis de 39,9 pies. El Amama, nombre de la embarcación del armador Juan Castaños, fue conducido a buen puerto por la expedición alavesa, que disfrutó a bordo de una nave con setenta años de navegación a cuestas.

El Amama alavés realizó la prueba por la ruta este y zarpó desde Denia con un tope máximo de cincuenta horas para realizar la travesía hasta Sant Antoni de Portmany. Gracias a la pericia de sus tripulantes y a la inestimable presencia de un moderado viento, completó la ruta en 25 horas y 21 minutos, quedando en posiciones medias de la tabla y siempre por delante de todos los barcos de su estilo. Un nuevo éxito para la vela alavesa que forja a sus tripulantes en el embalse de Ullíbarri-Gamboa y que dejó su impronta en esta ya clásica regata en la que participan grandes barcos de la flota mediterránea y que en esta ocasión contó 152 embarcaciones con 1.225 tripulantes. - DNA