catar - La mecha estaba encendida. La prendió Valentino Rossi, que quiere guerra abierta contra todo el que se interponga en su camino. En el marco de la primera carrera del Campeonato del Mundo de MotoGP de 2016, reclamó una sanción para Jorge Lorenzo por entorpecer al italiano en los entrenamientos. “Jorge ha salido del box sin mirar, me ha arruinado la vuelta. Le he mirado y me ha hecho un gesto como diciendo: ‘Qué cojones pasa’”, expresó Rossi. Además, Il dottore aderezó ese primer roce con una declaraciones incendiarias. “Hacen falta huevos para ir a Ducati; Lorenzo se quedará en Yamaha”, expresó el italiano una vez que anunció su renovación de contrato con la marca japonesa hasta 2018. Con estos prolegómenos, sin todavía echar a andar el Mundial, solo puede acontecer ira y fuego, lo cual, cabe decirlo, celebra el espectador en este amanecer de un año que se antoja apasionante. Con estos ingredientes despertaba el Gran Premio de Catar.
Sin embargo, lo de Rossi, campeón en Losail el año pasado, quedó en fuegos de artificio, porque ayer no tuvo potencial para subirse al podio, ni tampoco para amargar a nadie. Fue cuarto y se vio sufriendo para seguir el ritmo impuesto primero por Dovizioso y luego por Lorenzo. Y es que la carrera fue el dictado de mallorquín, dado que la competencia por la victoria duró hasta que decidió recurrir a las décimas que se guardaba para la parte final de la carrera.
Propuso un primer intento de escapada Lorenzo, que mandó en la primera vuelta, pero viendo que las Ducati le sobrepasaban en la recta de meta, obuses italianos, economizó esfuerzos, recurrió a una propuesta alternativa: dejó hacer a Iannone y Dovizioso, contempló virtudes y carencias tanto ajenas como propias. Eso bastó para que el primero se diera de baja. Fuera Iannone por caída, Dovi, Lorenzo, Márquez y Rossi serían candidatos al triunfo. Porque Pedrosa quedó rezagado tras ellos a las primeras de cambio y secundado por un Viñales que, al salirse en la primera curva habiendo partido tercero, vio mermadas sus elevadas expectativas.
Hubo paciencia general. Apenas hubo danza de posiciones en las plazas delanteras. Dovizioso heredó el liderato por el abandono de su compañero y Lorenzo aguardaba a su particular alarma para pasar a la acción. Ese momento llegó cuando restaban 14 de las 22 vueltas pactadas en Losail. Con su maniobra de pasar al frente de la carrera, se incrementó el ritmo. Fue entonces cuando Rossi tuvo que apretar los dientes para aguantar; rodaba con el gancho en la garganta, a rueda de Márquez pero sin poder intimidarle. Hacía la goma el italiano.
Lorenzo aceleró la prueba por dos razones, porque si no despegaba a la Ducati corría peligro su liderato en los pasos por la recta de meta y porque Márquez y Rossi calzaban neumáticos traseros intermedios en lugar de los blandos con los que él viajaba. Exprimió su potencial el vigente campeón para no pasar apuros al final, para evitar lances, y todos a sufrir.
Márquez quiso reaccionar desde la tercera plaza, pero el reactor de la Ducati de Dovi le llevaba al límite, le hacía de tapón cada vez que se abría el gas. Márquez, un balancín sobre su moto, no tuvo margen porque no se le veía pilotando fino; aunque es agresivo, la Honda no es lo dócil que debería. Lo mismo le sucedió a Rossi, que bastante tenía con mantenerse cerca de los puesto de podio. El italiano no era persecutor, era mero figurante para el desenlace, espectador que aguarda a un fallo. No lo hubo.
Márquez metió la moto a Dovi en las postrimerías, pero este le respondió con un nuevo adelantamiento. Y así se quedaron. Lorenzo, por su parte, acababa de firmar el récord del circuito. Rodaba ya a 2 segundos de sus rivales. A pesar de su menor velocidad punta, encontraba tesoros en las zonas reviradas, donde se desenvolvía como el más rápido merced a la mansedad de su Yamaha y su dulzura en el pilotaje. Por lo acontecido, será difícil bajar a Lorenzo del primer cajón del podio. Está pletórico. Y lo peor, que es un piloto que nunca ha dejado de progresar. Ayer la carrera se corrió bajo su dictado, como a pedir de boca. Dicho y hecho. Victoria. Las guerras quedan pospuestas.
MotoGP
1. Jorge Lorenzo (Yamaha) 42:28,452
2. Andrea Dovizioso (Ducati)a 2,019
3. Marc Márquez (Honda) a 2,287
4. Valentino Rossi (Yamaha) a 2,387
5. Dani Pedrosa (Honda) a 14,083
6. Maverick Viñales (Suzuki) a 15,423
7. Pol Espargaró (Yamaha) a 18,629
8. Bradley Smith (Yamaha) a 18,652
9. Héctor Barberá (Ducati)a 21,160
10. Scott Redding (Ducati) a 24,435