Jon Ander Serantes es el portero del Leganés, un buen guardameta que tiene metido un Cañizares dentro. Es tan apto como pinturero y anoche ejerció de portavoz del Leganés en la Cope: “Ahora estamos primeros y no firmo el play off”. El tipo analizó la situación de su equipo y reconoció que, aunque los objetivos iniciales eran otros, la realidad de la temporada los ha cambiado. Esta adaptación a los hechos es la que se pretende negar en Vitoria. La propaganda lleva un mes vendiendo una idea: el Alavés no es tan bueno, la plantilla tiene limitaciones, el equipo no estaba hecho para ascender y lo que se ha conseguido hasta ahora es fruto de un milagro, de sacar el 101% de los recursos.

José Bordalás ha sido el que ha inoculado esta forma de pensar. Empezó a hacerlo coincidiendo con una crisis de juego que inevitablemente ha derivado en una crisis de resultados. Mi sensación desde fuera es como si buscara las excusas para un futuro que ahora ve incierto. El Alavés está en una dinámica en la que cada partido es peor que el anterior. Cada domingo se reciben más ocasiones y se es más plano en ataque. Hay que rebotar. El otro día hablaba con Álvaro, uno de mis alavesistas de cabecera y convencido de Bordalás. Charlamos de la situación actual del equipo y yo le dije que sería un gran fracaso no entrar en play off, teniendo en cuenta cómo ha sido la temporada hasta ahora. No estuvo de acuerdo. A Leganés llegué después de dormir tres o cuatro horas acompañado de Méndez, que perfectamente podía llevar diez años sin ver al Glorioso. La última vez que fuimos juntos a Mendizorroza teníamos 17 años, el Alavés acababa de ascender a Primera y lo que siempre recordamos de ese día es un tipo de 120 kilos, seguramente encocado, gritando: “Y el año que viene venís a animar al Madrid” a todo el mundo que había saltado al campo y había alterado el baño de masas que Piterman tenía programado. En Atocha nos dimos cuenta de lo que ahora es el Alavés y lo que siempre ha sido Madrid: un grupo de chavales con bufandas y banderas albiazules cantando canciones. Madrid tiene eso. Es el sitio donde te puedes encontrar a mucha gente que ha venido a lo mismo que tú, que no deja de ser encontrar mejores oportunidades. Nunca conseguiré saber si fue realidad, pero a día de hoy sigo convencido que un viernes de madrugada me desperté con dos cafres cantando “Vamos, vamos Glorioso” a las cuatro de la mañana.

Téllez en butarque Madrid tiene que hasta te encuentras a Téllez en el bar del campo del Leganés, la cuna de Policías en Acción. Butarque evoca a territorio Segunda B. El aroma a campo de pueblo era tal que hasta pensamos que se podía comprar cerveza con alcohol. Además de con Téllez, el descanso nos dio para departir con Mikel, una de las almas de Iraultza. Le veo preocupado con el juego y llegamos a la conclusión de que hay que mover el árbol. “Igual Llamas puede hacer algo”...

A veces en el fútbol se dan situaciones bizarras. Ocurrió al descanso y al final. Cuando íbamos al baño/bar, un operario de seguridad nos preguntó a ver si éramos del Alavés o el Leganés, porque no llevábamos distintivos. Le dijimos que Alavés y nos mandó a una zona, los locales a otra. Cuando acabó el partido salimos tranquilamente hasta que llegamos a un pasillo policial. Por ahí salía la gente de Vitoria, tranquila. Salían Mikel, Álvaro, Ibon o Téllez. Mientras la gente de Leganés (y los infiltrados) esperábamos, también tranquilos. No creo que hubiera pasado nada. Seguramente la realidad es que no se puede correr el riesgo de comprobarlo.