Toronto - El concurso de mates de la NBA recuperó el esplendor de las mejores épocas después de un duelo épico entre Zach LaVine (Minnesota Timberwolves), que revalidó su corona del año pasado, y Aaron Gordon (Orlando Magic).

Después de unos años de capa caída, LaVine se encargó la temporada pasada de recuperar parte del antiguo esplendor con una sensacional actuación, pero fue ahora, en el Air Canada Centre de Toronto, cuando encontró un rival de su nivel y entre ambos han recordado a épocas pretéritas con Michael Jordan, Spud Webb o Dominique Wilkins.

El propio LaVine no dudó en calificarlo a posteriori como “el mejor concurso de siempre” y la NBA abrió una votación en su página web para votar si, efectivamente, el mejor de la historia ha sido este o el que protagonizaron Jordan y Wilkins en 1988.

Después de la fase inicial, en la que quedaron eliminados Andre Drummond y Will Barton, los finalistas comenzaron un duelo que necesitó cuatro rondas para resolverse, ya que siete de los ocho mates ejecutados entre ambos alcanzaron la puntuación máxima de 50.

La Final Gordon trasteó con la mascota de Orlando Magic y dejó dos mates para la historia, el primero con Stuff subido a una plataforma giratoria, pero sobre todo el segundo, saltando por encima de la mascota de su equipo y pasándose el balón por debajo de las piernas en la misma acción. Las mayores estrellas de la NBA se abrazaban incrédulas en el banquillo.

Este último mate de Gordon abrió al instante un intenso debate de si se trataba del mejor mate de la historia de los concursos. Una perfecta combinación entre originalidad, dificultad y cualidades atléticas.

Sin embargo, LaVine no se arrugó y empleó sus poderosos muelles para encadenar mates cada vez más lejanos. No utilizó ningún ayudante en ninguno de ellos, ni falta que le hizo para asombrar al personal. En el último, saltó casi desde el tiro libre, se pasó el balón bajo las piernas y machacó sobrado. El escolta de 1,96 metros volvía a reinar en las alturas del baloncesto mundial.

Repite corona A sus 20 años, el compañero de equipo de Ricky Rubio dejaba sin palabras a un ilustre jurado formado por Magic Johnson, Shaquille O’Neal, Tracy McGrady, Dikembe Mutombo y George Gervin y se unía al selecto grupo de jugadores que han repetido título en los mates. “Creo que ambos merecidos el triunfo”, comentó LaVine. “Al final tuve la suerte que toda la ejecución del salto fuese buena y ahí estuvo la clave”, comentó.

LaVine dijo que volver a conseguir un trofeo individual como hizo en el Partido de las Futuras Estrellas al recibir el de MVP tras aportar 30 puntos y siete rebotes, que ayudaron al equipo de Estados Unidos a ganar 157-154 al Resto del Mundo, era algo muy hermoso, que le llenaba de satisfacción personal, pero también por dar la mejor imagen de los Timberwolves.

El equipo que fue el gran triunfador en la jornada de concursos después que el pívot novato el dominicano Karl-Anthony Towns, contra todos los pronósticos, ganó el título del de habilidades después que se impuso en la gran final al base Isaiah Thomas, de los Celtics de Boston. - E.P./Efe