londres - El primer ministro británico, el conservador David Cameron, ha prometido mediar con los clubes de la Premier League después de las quejas de miles de aficionados por el elevado precio de las entradas. En una sesión en la Cámara de los Comunes, el diputado laborista Clive Efford preguntó a Cameron si tenía en mente actuar. “Estudiaré detenidamente la sugerencia que ha hecho el caballero”, respondió el Primer Ministro. “Creo que tenemos un problema, ya que algunos clubes suben cada año el precio de las entradas, incluso si gran parte del dinero del fútbol procede hoy en día de los patrocinadores y otras fuentes”, dijo.
A partir de la campaña 2016/2017 y durante los siguientes dos años, el contrato de derechos de televisión de la Premier, firmado por las cadenas Sky Sports y BT, pasará de los más de 3.000 millones de libras (4.300 millones de euros) a los 5.100 millones de libras (6.900 millones de euros).
El debate sobre el elevado precio de las entradas cobró especial relevancia el 6 de febrero, cuando miles de aficionados del Liverpool, entre los que se encontraba el exjugador Jamie Carragher, abandonaron el estadio de Anfield en el minuto 77 del partido ante el Sunderland (2-2) en protesta por el aumento que había anunciado el club. A falta de 13 minutos para el final del encuentro, algo más de 10.000 espectadores se levantaron de sus asientos y, como parte de la campaña Walk Out, abandonaron el estadio después de haber conocido pocos días antes que el club cobraría a partir de la próxima temporada hasta 77 libras (100 euros) por un billete para un partido. La Federación de Aficionados al Fútbol ha anunciado que convocará una reunión con representantes de los 20 clubes de la Premier para “discutir las opciones que hay”.
“La propuesta de fijar un precio máximo de 30 libras (39 euros) para los aficionados visitantes fue rechazaba por muchos clubes, pero la repercusión que ha tenido este tema últimamente puede ayudar a que esto cambie”, aseguró Malcolm Clarke, presidente de la FSF. - Efe