vitoria - Hubo un tiempo donde la lucha por controlar el baloncesto en Europa se libraba de puertas adentro, casi en silencio y hurdiéndose en la cocina una amalgama de razones lo suficientemente poderosas y convincentes para cambiar el statu quo y favorecer el sí de los principales clubes de Europa a un nuevo modelo de negocio, una nueva liga de baloncesto. Esa guerra soterrada que hace ya meses lleva enfrentando a la FIBA de Patrick Baumann y la Euroliga de Jordi Bertomeu vivió esta semana un nuevo capítulo con la celebración de otra reunión donde el organismo internacional expuso a ocho clubes de primer nivel -entre ellos Barça y Real Madrid- la tentadora oferta para sumarse a un proyecto que, a priori, resulta mucho más ventajoso en términos económicos que las actuales condiciones que ofrece la Euroliga.
Según publicó ayer Mundo Deportivo, el citado cónclave habría reunido a los dos equipos españoles ya citados además de Olympiacos, Panathinaikos, Anadolu Efes, Fenerbahaçe, CSKA Moscú y Maccabi Tel Aviv con la idea de crear una nueva liga que evitara la defunción del basket continental tras una controvertida gestión por parte de Jordi Bertomeu. Fruto de ese estancamiento en el que ahora mismo se encontrarían los clubes, según FIBA, el baloncesto en Europa no estaría a la altura de su potencial como modelo de negocio, habiendo ingresado la pasada temporada únicamente 16 millones de euros por derechos televisivos cuando la Champions del rugby, por ejemplo, cuenta con un contrato para la próxima temporada de 55 millones de euros.
En este contexto, el nuevo proyecto que impulsa la FIBA permitiría a los equipos ingresar en su primera temporada como mínimo un 50% más de lo que reciben ahora (el porcentaje sería tres puntos superior en un solo ejercicio al que Euroliga ha prometido a los clubes en tres temporadas), y en los próximos tres años el crecimiento sería del 97%. La liga FIBA también simplificaría el sistema de juego con un número de equipos de 16 en lugar de los actuales 24 que jugarían una liga regular de ida y vuelta (30 partidos siempre entre semana), un play off de cuartos y una Final Four. Las licencias A, por su parte, bajarían de 11 a 8 plazas (los clubes antes citados), cayéndose de la misma el Baskonia, el Armani Milan y el Zalgiris. A estos esquipos se sumarían cada año otros ocho clubes en función de sus resultados deportivos en sus respectivas ligas. Según el documento, tendrían plaza garantizada cada temporada los campeones de Francia, Italia, Alemania y Lituania, así como otros cuatros equipos procedentes de una fase previa en la que tomarán parte 32 equipos, entre ellos los campeones de 26 países. A diferencia de la Euroliga, desaparacen las invitaciones.