bilbao - “¿Si es tan bueno como parece? Es mejor”, enfatiza Igor Antón a un palmo de la Gran Vía de Bilbao. En la capital vizcaina, en Abandoibarra, arranca este mediodía (13.15 horas), la Vuelta al País Vasco, seis días de pasión ciclista. Habla el galdakoztarra de Nairo Quintana, el que para Intxausti “tiene un don para andar en bicicleta” y evoca entonces Beñat, como Antón compañero de equipo del colombiano, la fastuosa etapa del Terminillo, la cumbre helada en marzo que enjuició la Tirreno-Adriático y que encumbró Quintana, un ciclista alado. “Lo que hizo allí... Hay que ser muy bueno. Creo que está uno o dos puntos por encima de los demás. Estamos hablando de un ataque a cinco kilómetros de meta que metió un minuto al resto”, explica Intxausti. El resto en el Terminillo eran dos ganadores del Tour: Contador, 2007 y 2009, Nibali, 2014, y Urán, que no es cualquiera, precisamente. El ataque de Nairo cortó el aire a sus rivales con una facilidad asombrosa. Eso define a Quintana, el colombiano que se anunció al Tour en 2013, donde fue segundo, el mejor joven de la carrera y rey de la montaña. Tenía 23 años. El pasado curso, reservado por Unzue lejos del Tour, se comió el Giro. “Es un superclase”, enmarcan Igor Antón y Beñat Intxausti.
Nairo Quintana, el superclase, que se puso el laurel de lana, la txapela, de la Vuelta al País Vasco en 2013, una cita que le trae “buenos recuerdos” y que se adapta a su ciclismo ofensivo, compite, principalmente, contra sí mismo toda vez que los denominados hombres Tour: Contador, Froome y Nibali han esquivado la ronda vasca para enfocar sus objetivos. “Ser el favorito te carga de mucha responsabilidad y peso”, dice Quintana, que la pasada semana probó sobre el pavé que se encontrará en julio en la Grande Boucle, es el metropatrón de la carrera vasca. Nadie rehuye en señalarle como el favorito máximo para alzarse con la corona en Aia el próximo sábado. Además de su potencial, enorme, la guardia pretoriana de Nairo, el Movistar, se postula como el equipo con mayor ascendente sobre la carrera y que deberá jerarquizar la prueba por la cantidad y la calidad de sus ciclistas. “El equipo que tiene es fortísimo, es un punto a su favor”, desgrana Omar Fraile, del Caja Rural. “Esos la pueden liar en cualquier sitio y saben aprovechar cualquier momento para atacar”, destaca Peio Bilbao, que comparte maillot con Omar. Además, el trazado de la Vuelta al País Vasco, su perfil aserrado, sus muros y empalizadas, su tortuosa contrarreloj, su dureza, el asfalto que muerde las piernas, si bien no es la postal ideal de Quintana, que prefiere puertos más largos en los que exponer toda su capacidad escaladora, no lleva la contraria al colombiano . “El recorrido se adapta a mis condiciones”.
los rivales de nairo Siendo Nairo Quintana el neón que parpadea con más brillo, la principal luminaria de la ronda vasca, el colombiano no es la única estrella en el firmamento para opositar al título. “Todos los rivales corren contra uno”, asegura. En ese todos se encuentran Kwiatkowski (Etixx), Purito Rodríguez (Katusha), Bauke Mollema (Trek), Tejay Van Garderen (BMC), Rafal Majka (Tinkoff), Jean Christophe Peraud (Ag2r), Thibaut Pinot (FDJ) o Samuel Sánchez (BMC), un devoto de la Vuelta al País Vasco, que conquistó en 2012 “y que siempre lo hace bien por estas fechas”, estima Intxausti. El polaco Michal Kwiatkowski (Etixx), campeón del mundo, y un ciclista que se maneja en todos los terrenos, además conoce de sobra las carreteras vascas, con las que tuvo contacto en su época de aficionado, es el foco de atención de Nairo. “Es un corredor muy fuerte y completo en todos los terrenos. Entre la crono y estas subidas que no son muy largas y que se adaptan bien a sus condiciones, intentaremos buscar la estrategia para poder vencerlo”.
Aunque el polaco está marcado por Quintana, Beñat Intxausti remarca la capacidad de Purito Rodríguez, tan explosivo como combativo, para pelear por la victoria final. “Para mí, junto a Nairo, es el principal favorito para la victoria final”. Las ascensiones cortas y duras y una contrarreloj de lija, con esos repechos que son paredes, darán vuelo al catalán, que acude a la carrera después de renunciar a la Volta a Catalunya por un virus. Sí estuvo en la Volta Tejay Van Garderen (BMC), que completó una gran actuación, incluso venció en la etapa reina que finalizaba en La Molina. El norteamericano es un ciclista que rinde bien en trazados de este tipo, al igual que Bauke Mollema, muy mejorado en la contrarreloj tras un invierno encerrado en mejorar sus carencias en la especialidad, que también asoma con opciones. El holandés, que fue el más consistente en el Terminillo tras Quintana, demostró en la crono final de la Tirreno-Adriático que su aprendizaje ha sido efectivo. Eso le coloca más cerca de Nairo, que en cualquier caso, se mide a Quintana.