Vitoria - A comienzos de este mes, el exreceptor Sidney Rice y el pateador Steve Weatherford anunciaron su decisión de donar sus cerebros a la ciencia con el objetivo de que, cuando fallezcan, se pueda profundizar en los estudios que establecen un patrón directo entre los impactos que sufren en la cabeza los jugadores de fútbol americano y diversos daños cerebrales a largo plazo, sobre todo la encefalopatía traumática crónica (CTE), una enfermedad degenerativa que solo puede diagnosticarse post mórtem. Rice decidió retirarse en julio a los 27 años después de haber sufrido al menos ocho conmociones cerebrales a lo largo de su carrera, mientras que Weatherford, aún en activo a sus 32 años, asegura haber padecido otras dos pese a ocupar una posición en la que, en teoría, no debe existir contacto físico. Chris Borland, prometedor linebacker (defensa) de los San Francisco 49ers no ha querido esperar tanto tiempo y el lunes anunció su decisión de abandonar la NFL a los 24 años y tras solo una temporada como profesional, temeroso, según él, de los negativos efectos que puede tener en su salud la práctica de este deporte.
Borland, que tras un notable año de debut en la liga estadounidense tenía un salario garantizado de 540.000 dólares para el próximo curso, aseguró que antes de tomar esta decisión consultó con prominentes médicos y especialistas en conmociones cerebrales y “según mis investigaciones y mis experiencias no creo que tanto riesgo merezca la pena. Solo quiero hacer lo que es mejor para mi salud”. El ya exjugador reconoce que antes de llegar a la NFL sufrió dos conmociones cerebrales y que cree que en la anterior pretemporada padeció una más, pero siguió jugando sin advertir a nadie sobre ello pues temía quedarse fuera del equipo tras haber sido seleccionado por los 49ers en tercera ronda del draft.
“He consultado con mi familia y mis amigos y finalmente he terminado preguntándome: ¿Qué estoy haciendo, es esta la forma en la que quiero vivir mi vida adulta, llevándome constantes golpes en la cabeza incluso ahora que soy consciente de los peligros que entraña? Por supuesto que he reflexionado sobre todo lo que podría haber logrado en la NFL, pero luego lees historias sobre Mike Webster, Dave Duerson o Ray Easterling... No quiero correr riesgos”, apuntó en ESPN. Webster es uno de los muchos exjugadores de la NFL fallecidos cuyas autopsias revelaron que padecía CTE; también Duerson y Easterling, aunque estos dos últimos se suicidaron. Y no han sido los únicos casos.
Jeff Miller, uno de los vicepresidentes de la NFL, apuntó ayer mismo que “respetamos la decisión de Chris y le deseamos lo mejor”, pero aseguró también que “el fútbol americano nunca ha sido más seguro que ahora y seguimos introduciendo mejoras mediante cambios de reglas, técnicas más seguras de hacer placajes, mejor equipamiento y protocolos médicos más adecuados. El número de conmociones cerebrales en la liga bajó un 25% la pasada campaña, repitiendo la misma dinámica de los últimos tres cursos, y seguimos invirtiendo en estudios independientes para conocer mejor estas enfermedades”. Para Borland, todo esto no es suficiente: “Prefiero dejarlo ahora y no tener que lamentarme más adelante”.