Vitoria - Al menos seis campos de fútbol municipales de Vitoria han sido víctimas en las últimas semanas de sendos robos de su cableado eléctrico (manufacturado a partir de cobre) lo que está provocando numerosos problemas en los equipos debido a la falta de suministro de luz. El problema, que se sepa, se centraba hasta ayer en los campos de Los Astrónomos, ubicado en el barrio de Santa Lucía, Adurtza, Betoño -en este caso el problema afecta solo al campo de hierba natural-, Lakua 03, donde algunos equipos del Escor-Gaztedi suelen entrenar y jugar, Ariznabarra y La Vitoriana, que en la madrugada de ayer fue víctima de los ladrones por una cuantía que ni el propio club ni la Policía acertaron a cuantificar.
Lo que sí tuvo carácter oficial fue la respuesta enviada desde el Ayuntamiento horas después a un problema que está afectando a decenas de equipos y cientos de chavales. Sin ir más lejos, una de las plantillas del Ariznabarra, club que fue asaltado en la noche de Reyes, ha tenido que adelantar cuatro horas el partido de su cadete frente el Alavés previsto para este sábado a las 18.00 de la tarde ante la imposibilidad de contar con las torretas de luz artificial. En la misma situación se encontrarían el resto de clubes afectados, que incluso estarían teniendo estos días problemas para llevar a cabo sus entrenamientos debido a la dificultad de cuadrar horarios y campos. El Ayuntamiento anunció ayer que acometerá las reparaciones oportunas en dos fases. La primera se llevará a cabo esta misma semana y se centrará en los campos de Adurtza, Los Astrónomos y Betoño. Para la siguiente quedarán el resto.
El malestar derivado de estos robos y sus respectivas consecuencias era ayer una evidencia entre los presidentes más afectados, que solicitaron al Consistorio medidas urgentes para paliar los desperfectos y, de paso, medidas de seguridad para que episodios de este tipo, habitualmente focalizados en los polígonos industriales, no vuelvan a suceder. Especialmente enojado se mostraban algunos directivos y padres de jugadores del Iru Bat, que habitualmente juega en Santa Lucía y que ya en su día advirtieron sin éxito a la Policía de “la presencia de algunos tipos muy extraños dando vueltas por el entorno” sin que ninguna patrulla se personase en el lugar para comprobar la presencia de estos sujetos.
Un robo atractivo Aunque a día de ayer no se había producido ninguna detención, lo más probable, según fuentes policiales, es que se trate de pequeñas bandas cuyo modus operandi resulta muy similar. En primer lugar, se abunda desde las fuerzas de orden público, los cacos acuden al lugar para seleccionar la pieza, como ocurrió en Los Astrónomos, y que puede ser una subestación eléctrica, una estación transformadora, un repetidor, obras, arqueta o empresas. Y en segundo, ya días después, acuden pertrechados al lugar provistos de un cortafríos u otra herramienta similar para cortar y tirar del cable de cobre, cuyo kilo suele rondar entre los dos y los cinco euros en el mercado negro.
Lejos de lo que podría pensarse, el atractivo del robo de cobre continúa creciendo cada año debido a dos factores sustanciales, su precio, que de unos años a esta parte se ha triplicado -los últimos datos cifran el coste de una tonelada en unos 7.000 euros-, y de otro, como se ha visto en el caso de los campos, la facilidad con la que es posible realizar estas sustracciones, que muy de vez en cuando se cobran la vida del delincuente debido a una descarga eléctrica.