Bilbao - Juan Martínez de Irujo se tiró al suelo cuando Aimar Olaizola no pudo llevar a buena el último pelotazo y el cartón número 22 subió al marcador. Entonces, el delantero de Ibero respiró. Una bocanada de aire llena de tranquilidad tras sacar adelante una final que se le había complicado más de lo debido y conseguir esa tercera txapela del Cuatro y Medio que tanto se le había resistido. “Me he quitado un peso de encima. Del 20-11 me ha costado bastante llegar a 22. Además, el Cuatro y Medio es una txapela que cuesta mucho ganar. La competencia es muy grande, Aimar tiene siete txapelas, ha ganado las tres últimas y haber sido yo el que le ha quitado del medio me hace ilusión. He peleado y he sufrido mucho por ganar este campeonato”, comentó Juan al término del encuentro. Una victoria que convierte al nuevo campeón en el único manista que ha conseguido alzarse en dos ocasiones con la Triple Corona.

Ni dentro del guion más optimista de Juan entraba un arranque similar. Un 20-10 casi definitivo tras atropellar a su rival. Pero Aimar es Aimar. El gran campeón de la modalidad y ante él nunca se puede vender la piel del oso antes de cazarlo. Cuando el horizonte estaba lleno de negras nubes, Olaizola resurgió para poner nervioso al de Ibero. “Más que miedo a perder, diría que he tenido miedo a ganar. Tenía la ventaja del saque y no la he aprovechado. Entonces, cuando le ha tocado sacar, me ha quitado el aire y de poder ser un 22-10 o 22-11, me ha tocado sufrir un 22-17”, relató Martínez de Irujo. Sufrimiento excesivo, pero también mucha constancia. En el momento en el que el goizuetarra empezó a venirse arriba, Juan supo darle la vuelta a la tendencia del partido y cerrar el choque: “Tenía en la cabeza que había que sufrir desde el primer tanto hasta el último”.

Con esta victoria, Martínez de Irujo se convierte en el único pelotari que se alza por segunda vez en un único año las txapelas del Parejas, el Manomanista y el Cuatro y Medio. El triplete más deseado por los manistas. “Es muy bonito pero tampoco me quita el sueño. El día que me retire y sea viejo diré: Yo fui el único que consiguió dos tripletes. Pero lo cambiaría por ganar tres txapelas más en distintos años”, afirmó Juan restándole importancia a lo logrado. Sin embargo, el delantero de Ibero con lo que está más que satisfecho es con el gran año realizado: “Más no se puede pedir: Parejas, mano a mano, Cuatro y Medio, buen verano, he tenido una lesión que he sabido darle la vuelta... Un año perfecto. Pero esto ya está ganado y no nos va a dar de comer. Es un punto y seguido”.

Agradecimiento especial Después de conseguir este campeonato del Cuatro y Medio, Juan se acordó de la familia, los de las casa, esos que “me aguantan todos los días”. Además, también tuvo una dedicatoria especial para sus compañeros de empresa, para los Aritz Lasa, Altuna, Ezkurdia, Gorka y compañía que le han servido como sparring de lujo. “Sin ellos no habría sacado esta txapela. Son los que me ayudan a entrenar, los que vienen a Bilbao, Iruñea o Eibar, cuando no tienen que hacerlo para que pueda preparar el Cuatro y Medio. Además, muchas veces, como ahora, están preparando el Parejas y lo dejan de lado para entrenar”, quiso agradecer Martínez de Irujo tras conseguir una txapela con un sabor especial y que le hace seguir escribiendo con letras de oro en el libro de historia de la pelota.