Vitoria - Existen pocas dudas de que en los tiempos turbulentos que corren, con la corrupción desvocada y el delito impune, la sociedad necesita de personajes como este vitoriano. Jóvenes trufados de una integridad que escasea y empeñados en hacer de la honestidad un modo de vida. Una filosofía en la que el éxito no riñe con la fama y un lugar donde no todo tiene un precio. Grosso modo, así se escribe la historia del imberbe Iván Fernández, discípulo aventajado de Martín Fiz y a estas alturas, sin género de dudas, el mejor corredor vasco de la historia del cross con seis campeonatos. Con la vista puesta ya en su gran sueño de Río de Janeiro (julio 2016), atiende a este diario mientras recoge setas en la Llanada, uno de esos grandes placeres ocultos donde se pierde al atleta y se asoma el ciudadano Fernández. Preparados, listos...
Parece usted buena persona... ¿Postureo?
-No creo que sea la persona que tenga que contestar esta pregunta. Soy sincero y humilde con la gente y creo que esos son los valores básicos en la vida.
¿Qué relación tiene usted con las setas?
-No hay ninguna relación entre las setas y el cross, ¿eh? El hobby de las setas me viene de mi padre, que fue el que me lo inculcó. Siempre que puedo me escapo al monte.
¿Cuál es el modelo de deportista que persige?
-Ser una persona recordada como un gran deportista, pero lo primordial es ser una gran persona y cercana al resto.
¿De Nadal, por ejemplo, con qué se queda?
-De su fortaleza mental, sin duda. Nunca se da por vencido y para mí es un ejemplo a seguir.
Son habituales en su cuenta de Twitter las citas filosóficas, muy rollo zen, ¿por qué?
-Me gustan mucho las frases filosóficas de superación personal, me ayudan a motivarme.
¿Por qué lo daría todo?
-Por ser campeón olímpico. Es un sueño que me volvería loco.
¿Se puede tener éxito en la vida y ser un tipo legal?
-Sí, claro. He demostrado que se puede ser uno mismo y legal al mismo tiempo. Ahí queda el gesto deportivo con Mutai que dio la vuelta al mundo. Es triste que este mundo se guíe por el dinero...
¿Con qué o en dónde es usted realmente feliz?
-Con mi familia y mi novia, pasando una mañana paseando en el campo, escuchando los pájaros cantar y respirando aire puro. Luego ya si te das un caprichito, pues también. ¿El último? Una tablet. No soy muy consumista, pero para los viajes me viene muy bien así que decidí comprarme una.
¿Cree indecente que un futbolista como Messi vaya a cobrar 20 millones al año?
-Indecente no lo sé, pero alucinante, seguro, pero este mundo está montado así. Mientras unos ganan 20 millones de euros, el 90% de los deportistas de otras disciplinas tenemos que hacer encajes de bolillos para llegar a final de mes. Muchos piensan que todos los deportistas ganamos millones de euros...
¿Qué pregunta no le han hecho aún en una entrevista?
-¿Se fía usted de los periodistas? (risas).
Para llegar en buenas condiciones a Río de Janeiro, ¿tiene ya claro cuántos kilómetros van a tener que soportar sus piernas?
-En torno a unos 180 kilómetros semanales que son 720 kilometros al mes, unos 8.640 kilómetros al año.
¿Se doparía por una medalla de oro?
-No lo haría bajo ningún concepto, creo que por encima de cualquier victoria tenemos cosas más importantes como la honestidad y la deportividad con mis rivales. ¿De qué me vale una medalla sabiendo que he hecho trampa? No podría vivir con eso dentro de mí.
Tiene nivel, gana carreras y goza de buena prensa, pero no tiene un duro, ¿o sí?
-Como he contestado con anterioridad es difícil llegar a final de mes, pero me siento un privilegiado de hacer lo que me gusta. Para mí no es todo dinero, hay cosas más importantes.
¿Debería haber nacido usted en otra época y en otro lugar?
-Quizás para triunfar en este deporte haber nacido 20 años antes habría sido mejor. Ahora es difícil destacar a nivel mundial con el nivel actual de los atletas africanos.
¿Con quién le hubiera gustado correr?
-Me gustaría haber corrido junto a Nelson Mandela, un referente para muchos entre los que me incluyo. Y en estos momentos con Ángela Merkel, para poder decirle que la confianza puede cruzar las fronteras de Alemania y extenderla al resto de Europa.
No sabemos si se fía de los periodistas, pero ¿y de Mariano Rajoy, se fía de él?
-Quiero pensar que intenta hacerlo lo mejor que puede y sabe, como lo han hecho sus predecesores. La política no es mi fuerte. Puede sonar a que soy un poco diplomático pero nada de eso, es un tema que no domino.
¿Con qué nombre bautizaría a la próxima estación de autobuses de Vitoria?
-Estación de autobuses La definitiva, ya que solo he conocido en 25 años la estación actual que dijeron que era La provisional (risas).
¿Es usted supersticioso? Cuente, cuente...
-Siempre que me sale buena carrera repito los calcetines, hasta que me sale una mala, entonces no los traigo ni de vuelta, los dejo allí.
¿Hay alguien a quien se lo deba todo?
-Sin duda a mis padres. Siempre me han acompañado a todos los viajes y hoy día también. Recuerdo que mi padre trabajada hasta los sábados para poder llevarme a competir por toda España y nunca me dijeron no a ninguna competición. Son unos luchadores y les debo el 100% de lo que soy.
¿Se atreve a contarnos algo de su vida deportiva que aún no se sepa?
-No pude competir en un Campeonato de España por que se me olvidó el DNI... Y luego también, pues que me gusta ser prudente, aunque tengo que decir que en ocasiones soy impulsivo y me equivoco. Si alguien tiene una visión mía de chico perfecto le advierto de que cometo más errores que ninguno.
Abel Antón, Fermín Cacho... ¿Se ve en la política en el futuro?
-No me veo, pero nunca digas nunca. No es una cosa que me guste, no me atrae nada. ¿En el cine? Eso sería otra cosa y no te voy a mentir si te digo que me habría gustado actuar en 8 apellidos vascos. Es el tipo de películas que me gustan. Hacen reír a las personas. Ya estamos cansados de ver siempre desgracias y noticias negativas...
¿Alguna vez se ha fumado un porrito?
-Nunca, ni un porro ni un cigarro. Lo odio.
¿Legalizaría las drogas?
-Sí. Así desaparecerían las mafias y al estar legalizadas sería como el tabaco. El que consumiera tendría que pagar impuestos. Además, habría datos más exactos del consumo, más control.
¿Y un desnudo en Interviú, qué me dice?
-Bufff!!!, qué preguntas. No creo que llame nada mi cuerpo esmirriado...
¿Por qué causa sí lo haría?
-Lo haría si es para ayudar o donar a la gente que lo necesita. Si puedo ayudar con mi presencia siempre que pueda lo haré.
¿A usted, fuera del atletismo, cómo o dónde se le gana?
-Soy muy sencillo, una tarde con un café y siendo una gran persona puedes tener mi amistad.
Imaginemos y soñemos con Río de Janeiro 2016, donde va usted y gana la medalla de oro. Ande, ponga el titular a esa noticia...
-"Un patatero de leyenda" (risas). Muy malo, ¿no?
Una de regalo para terminar. ¿Es usted el mejor atleta de cross de España?
-Soy el tercero y así lo dictó el último campeonato de España en Mérida. Landasem y Bezabet este año han sido mejores. Punto.