pamplona. José Javier Zabaleta es el rival en los cuadros largos de Begino. Un pegador. El autzarra tendrá que trabajar hoy para demostrar su nivel.

¿Cuáles son sus sensaciones de cara al partido?

Para mí es un partido más: salir a jugar y a hacerlo lo mejor posible. Yo creo que es una oportunidad para coger sitio en mi nivel. He estado a un nivel más bajo del que andaba últimamente y a ver si poco a poco voy para arriba y si puedo dar el nivel que estoy dando en los últimos partidos.

¿Lo considera una oportunidad?

Sí. Tenemos que seguir trabajando y haciéndolo lo mejor posible que es el pan nuestro de cada día. Es una oportunidad para salir a disfrutar. Siempre hay nervios antes del partido pero toca salir lo más tranquilo posible y dar el callo.

¿Es un partido distinto para usted o uno más?

Con la experiencia que tengo y los años que llevo es un partido más. Tendrá más tensión que un partido normal, pero nosotros en cada encuentro nos jugamos cada uno mucho.

Un partido, aunque más serio, de los que gusta jugar, ¿no cree?

Efectivamente. Es un partido de nivel grande, de los de arriba, pero tensión tampoco habrá. He jugado ya varios Parejas y estamos acostumbrados a esa tensión y a esa presión. Va a ser un partido para quitarme una pequeña espina. Saldré a trabajar y ese es mi objetivo.

Comenta que es una espina, sobre todo por demostrar que podía estar dentro del campeonato, ¿no?

Al final, fue decisión de empresa que me quedara fuera, yo no soy el que decido, pero estamos en manos de ellos. Decidieron apostar por gente joven y a mí me tocó quedarme fuera y otros años a otros, hay que cogerlo por el lado bueno y creo que me quedan dos años de demostrar y de seguir trabajando.

Toca pelear, entonces.

Estás en la calle, con los amigos y ves la situación y piensas que eres un privilegiado. Me quedan dos años y ya se verá, pero pienso que soy un privilegiado. No entré en el Parejas y cogí disgusto en ese momento, pero luego intentas darle la vuelta. Todo tiene su lado positivo.

Ha vivido usted un par de años en el que no ha terminado de romper, de sumar partidos a buen nivel, ¿cómo los ha vivido?

Al final, lo que te da nombre es la competición. Desde que quedé campeón del Parejas con Aimar Olaizola la empresa ha estado mal para sacar cuatro parejas. Yo he estado jugando con Iker Arretxe y quizás yo no di mi altura y ninguno de los dos. Este año se ha visto, que no han contado con ninguno de los dos. Pero hay que seguir, estoy cogiendo ritmo y el juego que estaba esperando y a ver si sigue la cosa poco a poco para arriba.

Y disfrutar.

Eso es, pero es lo más difícil. Ya tengo una edad en la que lo importante es dejar la presión y la tensión en casa y lo importante es salir a disfrutar y darlo todo en la cancha. Y eso es lo que tengo que hacer.

Estos dos últimos campeonatos de Parejas les tocó a usted y a Arretxe II una situación complicada.

Era para los dos, sí. No sumábamos puntos y meterte ahí abajo desde el principio es muy duro. Ahora mismo hay una pareja como Ezkurdia-Zabaleta que están ahí abajo y ellos saben qué calvario están pasando. Por suerte, el otro día en la sexta jornada consiguieron su primera victoria y solo ellos saben lo que llevaban por dentro. Es deporte, ley de vida, se aprende de ello y hay que pasarlo.

Ese momento de respirar tiene que ser duro.

Sí. Los medios empiezan a hablar de que tienes pie y medio fuera, de que ya no cuentan contigo, de todo un poco y cuando ganas ves un poco de luz. Ahora juegan contra nosotros, que si nos ganarían se meten otra vez en la pomada. Esto puede dar la vuelta a la tortilla y todo puede pasar. En el deporte, al final, todo puede suceder.

¿Cuáles están siendo sus sensaciones las últimas semanas?

Sigo trabajando. Al principio, es duro, porque al quedarte fuera te llevas un palo enorme, pero sigo trabajando día a día para darle la vuelta de la mejor manera posible y entrenando bajo la batuta de Rubén Beloki, que me ayuda, la verdad que me encuentro bien, muy a gusto y cada día me encuentro mejor.

Es la receta: seguir, seguir y seguir.

Y afrontarlo con ilusión y entrenar todavía con más fuerza. Al final, son rachas. Cuando pasas las buenas, son fácil de pasarlas, y cuando pasas las malas, hay que darle la vuelta de la mejor manera posible y lo antes posible. Hay que seguir trabajando. No queda otra. Todo en la vida cuesta y aquí más: todo el público ve lo que estás haciendo, lo lee y llevarlo por la calle no es fácil. Es complicado conseguir algo si quieres conseguirlo. Solo llevar en Asegarce el tiempo que llevo ya es un éxito. Los números en los últimos tiempos muy poca gente los tiene. Es lo que últimamente más estoy mirando y lo que me ayuda a seguir trabajando.

¿Valora ahora aún más la txapela del Parejas de 2011?

Sí. Siempre la valoro. Siempre la tienes en mente, porque solo tú sabes lo que cuesta llegar y ganarla. Es un objetivo que ahora está muy lejos. A otros de tanto que ganan txapelas no parece que son tan difíciles. Yo tengo una del Parejas, que sé lo que me ha costado ganarla y no me la quita nadie. Es algo grande que se queda en el palmarés. La tengo bien guardada, cada vez que entro la veo y es algo muy grande.

¿Por dónde pueden ir los tiros para el partido?

Las dos parejas vamos a hacer un juego similar. El zaguero intentará dominar y Ezkurdia o Aimar, terminar. Olaizola II está en un nivel de juego muy bueno ahora mismo. Ayuda mucho al zaguero y es muy complicado ganarle. Pero ellos pueden ganar a cualquiera, ya lo demostraron el viernes ante Xala-Zubieta. Si Zabaleta está de juego como en Hendaia, nos lo pondrán difícil. Pero aquí estamos para frenarles.