bilbao. Es difícil hacer desistir a Miguel Madariaga. De hecho, hasta la fecha nadie ha conseguido que claudique. Que, por ejemplo, rondando los 70 -los cumplirá el año que viene- dé por concluida su maratoniana carrera en el ciclismo y abrace la tregua de la jubilación. Más o menos es lo que venía a sugerir la nota de prensa que hace cosa de un mes envió Ner Group anunciando la creación de un equipo profesional continental al amparo de la Fundación Euskadi, con Jon Odriozola como responsable deportivo, pero sin Miguel Madariaga. Hubo quien lo leyó así, tal cual, y no lo creyó. No podía ser. Y, claro, no era. Lo desmintió Madariaga, que bramó contra aquellos que pretendían derrumbarle y que, lejos de conseguirlo, lo que lograban era alimentar su instinto de supervivencia, el más musculado de los impulsos del vizcaíno, que un mes después de aquella polémica tras la que anunció que lucharía para sacar adelante su propio proyecto está a un paso de cumplir su cometido.
Tiene tres cuartos de un equipo ciclista. El 75% del presupuesto que ha logrado con el compromiso de dos empresas potentes por ahora anónimas y otras más modestas que apoyan la causa sin pedir nada a cambio -el equipo de la Fundación es lo que queda de aquel sueño que nació en 1994 y creció hasta luchar por el podio del Tour-. Así ha logrado Madariaga -que no olvida el dinero prometido y negado hasta hoy por la Diputación de Gipuzkoa en 2012, un documento firmado por ambas partes cuya existencia reconoció hace unos días Asier Sarriegi, director de Deportes de la Diputación- reunir en torno a 300.000 euros, 100.000 menos de los que necesita para formar un equipo con ocho corredores que podrían ser diez dependiendo del presupuesto que espera completar el presidente de la Fundación Euskadi.
Muestra de que no tiene duda de que logrará el 25% del dinero que le falta, Madariaga cumplió ayer con la obligación de pagar a la UCI el canon para inscribir al Equipo Euskadi como escuadra continental. "Nos han respondido que todo está correcto", señaló, "pero esto no significa que el equipo vaya a salir porque aún queda una parte del presupuesto por completar". Fue el único de los siete proyectos que estaban inscritos en la Federación Española que dio ese paso el día en el que se cerraba el plazo, aunque no sería la primera vez que la UCI admite a un equipo de esta categoría fuera de fechas.
Fuera de plazo estaría el proyecto de Jon Odriozola, paralelo al de Madariaga este último mes. El oñatiarra no ha cejado en su empeño y sigue trabajando para lograr confeccionar un equipo que cumpla los mínimos de dignidad profesional que él mismo se impone. Si no consigue lo que busca, se aferrará a sus principios para esperar que dentro de un año se den las circunstancias propicias para construir un buen equipo continental profesional.
A expensas de todo lo que ocurra está buena parte del pelotón vasco -sobre todo jóvenes como los que ha tenido el Equipo Euskadi este año-. Madariaga asegura que aún no tiene confirmado ninguno de los corredores que formarán su equipo en caso de completar el 25% del presupuesto que le falta, aunque su prioridad ahora es fichar un preparador.