londres. Rafa Nadal, número uno del mundo, se tomó la revancha ante David Ferrer en el primer partido de la Copa de Maestros que se disputó ayer en Londres. Después de caer derrotado ante el tenista de Jávea hace cuatro días en Bercy, el de Manacor arrolló a su compatriota por 6-3 y 6-2 en una hora y 14 minutos, lo que le deja a un solo paso del objetivo de cerrar la temporada en el primer puesto del ránking de la ATP, lo que conseguirá si gana al menos a uno de sus dos siguientes rivales en el Grupo A del torneo, el suizo Stanislas Wawrinka y el checo Tomas Berdych, o bien si el serbio Novak Djokovic pierde algún duelo.

Ferrer se enfrentaba no solo al número uno, sino también a la estadística. El sábado se impuso a Nadal tras una racha de nueve derrotas contra él y ayer trataba de ir más allá ganando al balear en dos ocasiones consecutivas, una gesta que el número btres del mundo solo ha logrado una vez (2007) en los 26 partidos que ambos han disputado desde que eran casi adolescentes.

Los dos españoles anunciaron una batalla equilibrada en los primeros juegos ante los cerca de 15.000 espectadores que abarrotaban el O2 Arena. Nadal abrió el partido arrebatándole el servicio a Ferrer, que respondió acto seguido imponiéndose al resto. El duelo era tenso, y en las pausas se sucedían los gritos de ánimo en español a ambos tenistas, hasta el punto de que el juez de silla dejaba en ocasiones el inglés para pedir silencio también en ese idioma. A medida que avanzaba el primer set, Nadal no mostraba las fisuras del sábado y Ferrer, en cambio, comenzó a mostrarse agarrotado, las bolas no le obedecían con la precisión habitual y cada punto al resto era un nuevo suplicio para él. Dos juegos en blanco y una nueva rotura dejaron el primer parcial cuesta abajo para el número uno. En el segundo set, Nadal fue un vendaval y Ferrer sufrió, hasta que el 6-2 final sentenció el partido.