Vitoria. Y el muerto resucitó. Cuando todo hacía indicar que la desaparición del histórico Euskaltel era un hecho tras la espantada del piloto Fernando Alonso y con ella gran parte de las aspiraciones profesionales en el ciclismo vasco, finalmente ha aparecido el deseado mirlo blanco que, al parecer, garantizará la continuidad del emblemático equipo vasco. El milagro al que se aferraban tanto los rectores del club como los propios ciclistas y los aficionados naranjas llegó ayer a media tarde, vía nota de prensa y desde la localidad vizcaína de Amorebieta, que es el enclave donde se encuentra la sede de NER Group, el nuevo dueño del Euskaltel. Una asociación empresarial y peculiar fundada, entre otros, por un no menos singular Koldo Saratxaga, artífice a comienzos de los años 90 de otro milagro como el Irizar, el fabricante de autobuses que asumió en quiebra técnica -arrastraba 1.000 millones de pesetas de deuda- y que en el periodo comprendido entre 1991 y 2005 alcanzó un liderato mundial sin precedentes. Pues bien, la fundación Euskadi pasará a ser coordinada a partir de ahora por NER, un colectivo compuesto por 21 organizaciones empresariales vascas que se caracterizan por un estilo organizativo basado en la relación de las personas. Un modelo de gestión revolucionario que en el ámbito empresarial se conoce como Nuevo Estilo de Relaciones, acrónimo de NER.

De este modo, el convenio permitirá a la Fundación Euskadi, afincada en el municipio vizcaíno de Derio, evitar su desaparición, después de que el pasado día 3 hiciera una llamada de socorro para conseguir al menos 400.000 euros para salvar al equipo de categoría continental o aumentar en unos 1.200 su actual cifra estimada de 1.600 socios.

Proyecto compartido Según el escueto comunicado enviado a última hora de la tarde de ayer -en los próximos días está prevista una comparecencia de prensa para explicar los detalles de la operación-, uno de los principales objetivos de esta asociación será lograr un desarrollo "humano, justo y sostenible", una aspiración que encaja precisamente con la mismas filosofía de la Fundación Euskadi.

Este nuevo proyecto, que nace compartido y con proyección de futuro, "conseguirá apoyar la promoción, el fomento, la divulgación y el desarrollo del deporte del ciclismo vasco, donde miles de jóvenes tienen cabida", abunda la nota.

El renovado Euskaltel, sobre el que no se han facilitado datos de qué duración tendrá, cuenta con el visto bueno de las instituciones vascas, especialmente empeñadas en las últimas semanas en encontrar ese mirlo blanco capaz de enderezar un problema enquistado que estaba lastrando en parte la imagen deportiva del País Vasco. Entre los pocos detalles que ayer fueron dados a conocer se sabe que el área deportiva y técnica será coordinada por el oñatiarra Jon Odriozola, excorredor navarro y exdirector deportivo del Euskaltel-Euskadi. Del resto, poco más que el pasado exitoso de su fundador en cooperativas como Irizar, "un proyecto donde las personas siempre constituyeron el núcleo duro, que se construyó sobre la base de un sistema de autogestión y de participación", ha reconocido siempre el propio Saratxaga. Un proyecto cuya misión siempre fue perseguir la satisfacción de los clientes, la de los trabajadores y la de la sociedad en su totalidad. "De esta manera logramos crear bienestar social y empleo".

NER Group, las instituciones y el propio coordinador técnico quisieron agradecer ayer públicamente a Miguel Madariaga, a la Federación Vasca y a las personas que han trabajado por el ciclismo vasco, la labor desarrollada, realizando después un llamamiento a la unión en pos de un proyecto compartido.