Bilbao. "Fue una paliza con premio, pero es menos paliza cuando tienes premio. La final se convirtió en un partido durísimo, las pelotas se quedaron y, al quedarse, los dos zagueros peloteamos de tú a tú. Los delanteros perdieron algo de protagonismo y quiero agradecer a Aimar Olaizola el trabajo realizado", relató al término del encuentro Abel Barriola, designado como mejor pelotari del torneo, aunque lo cierto es que los otros tres contendientes también cuajaron un envite para quitarse el sombrero. El zaguero de Leitza, además, puso en valor el trabajo de Aimar Olaizola, su compañero en la final del torneo Aste Nagusia de Bilbao: "Estas cosas de darte premios se agradecen, pero él hizo una labor impresionante y jugó una barbaridad, lo que pasa es que estamos acostumbrados a que juegue tanto".

Además, el zaguero de Aspe confirmó que una de las claves estuvo en sumar un par de cartones tras el tanto 18, de 191 pelotazos a buena. "La clave estuvo cuando iba el partido avanzado, por el 17-15, cuando el encuentro se puso muy físico y muy psicológico, hicimos dos o tres tantos y nos fuimos hasta el 20 y darle la vuelta a eso después de una paliza es muy difícil. Para mí la clave fue esa. Y lo de siempre, que ya estamos acostumbrados, pero el trabajo de Aimar fue impresionante, es un trabajo sucio que no se ve, pero que te hace llegar a 22", sostuvo el guardaespaldas de Leitza, quien apostilló que "cuando el partido se convierte en un trabajo tan físico, los pequeños detalles son importantísimos".