vitoria. Al Alavés le urge como el comer la contratación de efectivos para el centro de la zaga. Tras la incorporación de Emilio Sánchez, el Deportivo Alavés cuenta con dieciséis jugadores para su primera plantilla: tres porteros (Goitia, Crespo y Mediavilla), cuatro centrocampistas (Emilio Sánchez, Beobide, Guzmán Casaseca y Jaume), cuatro delanteros (Ion Vélez, Quiroga, Viguera y Laborda) y cinco defensas (Óscar Rubio, Medina, Nano, Manu García y Luciano).

La polivalencia de los laterales hace prever que Manu García, Nano, incluso Óscar Rubio y veremos si Medina, puedan ocupar también una posición más adelantada. A falta de saber si Natxo González volverá a contar con una plantilla corta pero de confianza, en la que todos se sientan importantes, lo cierto es que la única pata que claramente cojea en la mesa alavesista se encuentra en el centro de la defensa.

Con el despido de Javi Hernández, una sorpresa para muchos, el Deportivo Alavés tiene en Luciano al único central puro en toda la plantilla y la versatilidad a la que se hacía referencia con respecto a los laterales del equipo no parece extrapolable a la posición que cierra la defensa. Todo un problema para la secretaría técnica del club que está intentando cerrar la contratación de, al menos, dos centrales que aseguren el arco gasteiztarra.

Dos, al menos, pero tres sería el número ideal para evitar situaciones insostenibles durante el curso. Conviene tener en cuenta que la campaña que arranca a partir del 18 de agosto tendrá 42 citas por las 38 que disputaron la pasada. Y eso si se se habla del campeonato liguero. Además, ese único efectivo con que se cuenta para el centro de la zaga cuenta ya con 32 primaveras y deberá ser dosificado. Todo ello invita a pensar que el rastreo del mercado en busca de un central es misión prioritaria a día de hoy.

migue Pese a la premura en este sentido, lo cierto es que apenas han transcendido nombres de futuribles. Migue es uno de ellos, aunque el Alavés mantiene otras opciones abiertas. Con 33 años, el futbolista se crío en las categorías inferiores del Barça y pasó también por el filial del Sporting. Debutó como profesional en el Mataró antes de recalar en Figueres, Terrasa y Girona, donde aún le resta un año de contrato.