París. Primero fue el París Saint-Germain, adquirido por un fondo catarí, y posteriormente el Mónaco, propiedad de un multimillonario ruso, dos clubes que han metido al fútbol francés en la era de los millones. El ascenso del club del Principado a primera división, tras un paso por la segunda, ha venido acompañado de una lluvia de millones en fichajes. Tras su descenso en 2011, el Mónaco fue comprado por el multimillonario ruso Dmitry Rybolovlev, que puso el proyecto en manos del técnico italiano Claudio Ranieri, quien logró hace unas semanas el ascenso del equipo. Está preparando una plantilla a base de talonario y lleva ya gastados más de 130 millones de euros en fichajes.

Ya son oficiales las llegadas de dos futbolistas procedentes del Oporto, João Moutinho, por el que han pagado 25 millones, y sobre todo el colombiano James Rodríguez, que con un traspaso de 45 millones es el futbolista más caro del fútbol francés. Aunque su récord durará poco, porque el Mónaco se dispone a oficializar la llegada del también colombiano Radamel Falcao, por el que va a pagar al Atlético de Madrid 60 millones de euros. Entre tanto, el equipo del Principado también se ha hecho con los servicios del defensa del Real Madrid Ricardo Carvalho.

Con todo ello, Rybolovlev pretende competir con el PSG, campeón de Francia tras haber desembolsado en dos años y medio más de 200 millones de euros en fichajes. Los brasileños Thiago Silva y Moura, los argentinos Lavezzi y Pastore, el sueco Ibrahimovic, son algunas de las estrellas que el club ha puesto en manos del entrenador, Carlo Ancelotti, dos veces campeón de Europa. Por el momento, el PSG no ha anunciado ningún fichaje de talla, a la espera de que se conozca si Ancelotti sigue en el banquillo la próxima temporada. Pero la campaña próxima se anuncia ya como un choque de trenes en Francia entre estas dos potencias, entre los petrodólares cataríes que alimentan al PSG y el dinero procedente de Rusia que llena las arcas del club del Principado.