Washington. Lance Armstrong perdió ayer la oportunidad de ver atenuada su sanción a perpetuidad al expirar el plazo que le concedió la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) para confesar bajo juramento lo mismo que declaró ante las cámaras en la entrevista que le realizó Oprah Winfrey: que se dopó para ganar los siete Tours de Francia de los que ha quedado desposeído. Según los medios estadounidenses, uno de los abogados del exciclista tejano envió una carta a la USADA asegurando que su cliente está dispuesto a colaborar en este asunto, pero que le era imposible presentarse en el juzgado en la fecha indicada y que había decidido colaborar con otras iniciativas.

No es la única cuestión que rodea a Armstrong. Según USA Today, la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA) le investiga después de que confesara haber recurrido a productos prohibidos. Por su parte, la cadena ABC informó la noche del martes de que agentes del Gobierno de Estados Unidos están investigando un posible delito de obstrucción a la justicia e intimidación a testigos. Andre Birotte, el fiscal encargado de la investigación criminal cerrada en 2012, descartó el martes que se reabra el caso. "Tomamos una decisión sobre ese caso hace poco más de un año. Obviamente somos conscientes de las consideraciones hechas por el señor Armstrong. Eso no cambia mi idea en este momento", dijo. Cuando Birotte cerró el caso sin cargos contra Armstrong, la USADA empezó a hacer su propia investigación, lo que derivó en la sanción de por vida que le impuso en octubre del año pasado. Birotte estuvo investigando al exciclista durante dos años por distribución de drogas, fraude y conspiración, pero el asunto se cerró hace un año sin explicación. "Birotte no habla en nombre de todo el gobierno federal", matizó una fuente anónima a ABC que asegura que los investigadores no están preocupados por el uso de sustancias prohibidas, "sino por el comportamiento de Armstrong por tratar de mantener su secreto amenazando supuestamente a testigos potenciales".