El presidente de Rusia, Vladímir Putin, gran aficionado al judo y a los deportes de invierno, lanzó ayer una reprimenda a los clubes rusos por gastarse grandes fortunas en el fichaje de futbolistas extranjeros. Putin respondió así a las críticas vertidas durante la reunión contra el gasto de decenas de millones de euros en el fichaje de futbolistas, dinero que podría dedicarse a promover actividades culturales.