bilbao. La Liga 2012-13 comenzará, como estaba previsto, el próximo fin de semana. Así quedó confirmado por los dirigentes de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), con su presidente José Luis Astiazaran a la cabeza, tras la reunión que representantes de los clubes de Primera y Segunda División mantuvieron ayer en Madrid, con presencia del presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Miguel Cardenal.
La Asamblea General Extraordinaria de la LFP fue la respuesta que el núcleo duro de la patronal del fútbol daba a los trece clubes -Athletic, Atlético Madrid, Betis, Celta, Espanyol, Getafe, Granada, Mallorca, Osasuna, Rayo Vallecano, Real Sociedad, Sevilla y Zaragoza- que habían solicitado una Junta a la que acudieran solo los representantes de Primera División. Su primera intención era no presentar sus equipos en la jornada inaugural de la Liga si las plataformas televisivas no saldaban las deudas que tenían pendientes con ellos. Estos trece clubes también se sentían discriminados por la asignación de horarios que han recibido para las tres primeras jornadas de Liga.
La asamblea finalizó, después de tres horas de reunión, con el acuerdo de que no se produzca ningún retraso en el inicio de la competición, pero con el compromiso por parte del CSD de tratar de que Mediapro y Prisa Televisión, las dos plataformas digitales enfrentadas en el conflicto por la retransmisión de los partidos, "abandonen toda postura de intransigencia" con el fin de alcanzar un acuerdo que en opinión de Miguel Cardenal, "ya debería estar formalizado".
El presidente del CSD reconoció que "es muy importante que los operadores consigan, y les ayudemos, un acuerdo en el que se encuentren cómodos" y que "puedan rentabilizar las importantes inversiones que realizan".
El presidente de la Real Sociedad, Jokin Aperribay, que se erigió en portavoz de los trece clubes rebeldes, corroboró la teoría de Cardenal al reconocer que "lo que buscamos es la colaboración y que los operadores lleguen a un acuerdo". Sin embargo, los clubes cuyas arcas están pendientes de ingresar las millonarias cifras que les adeudan las televisiones no ocultaron sus intenciones y mantienen la posibilidad de promover un plante para jornadas venideras, en caso de que no se resuelva el conflicto.