Portugal acude con evidentes signos de nerviosismo a las semifinales. Ricardo Quaresma y Miguel Lopes, jugadores de la selección portuguesa, estuvieron a punto de llegar a las manos en el entrenamiento de ayer. Parece que la victoria en cuartos de final ante la República Checa no ha serenado los ánimos en alguno de los componentes de la plantilla lusa y estos dos futbolistas se insultaron e intercambiaron empujones. Al final, tuvo que intervenir Cristiano Ronaldo para serenar los ánimos