londres. El español David Ferrer, quinto del mundo, perdió en la Copa de Maestros de Londres frente al checo Tomas Berdych, número siete, por 3-6, 7-5 y 6-1, en dos horas y siete minutos, y jugará el sábado (15.00 horas) las semifinales del torneo contra el suizo Roger Federer.
El español, que se impuso con autoridad al inicio del duelo pero que acabó perdiendo el rumbo ante Berdych, pasa como segundo de grupo a la penúltima ronda del torneo que reúne a los ocho mejores jugadores del año, un resultado que deja fuera de la próxima fase al número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic. Por su parte, el checo, primero del grupo, se verá las caras con el francés Jo-Wilfried Tsonga en la otra semifinal (21.00 horas).
Ferrer se presentaba sin la necesidad imperiosa de ganar, ya que sus victorias contra Murray y contra Djokovic ya le habían asegurado el paso a semifinales, pero contaba con la motivación de evitar encontrarse con Federer, uno de los jugadores que mejores sensaciones ha dejado en la primera ronda del torneo. El español tenía la estadística a su favor, ya que Berdych no le había ganado en ninguna superficie desde 2005, cuando le superó en Hamburgo (Alemania) en tres sets, pero la necesidad de clasificarse hizo que el checo diera lo mejor de sí mismo sobre el cemento azul del O2 Arena londinense.
En un torneo en el que ya llegó a la final en 2007, el alicantino quería ganar, y saltó a la pista concentrado, desplegando un juego preciso ante un Berdych que acusaba la ansiedad de jugarse su clasificación a una sola carta. Ferrer se lanzó desde el principio al ataque, e imponía con cierta comodidad sus servicios y sabía sorprender a su rival con bolas inesperadas que dejaba cerca de la red, en una zona inalcanzable para Berdych.
El paso de los juegos fue afinando la raqueta del gigante checo, de 1,95 metros de altura, que, por momentos, movía de un lado a otro de la pista al español, 20 centímetros más bajo, y que devolvía con agilidad los tiros ajustados de su rival.
Berdych enviaba con fuerza bolas rectas con las que trataba de superar al español a base de potencia, mientras que Ferrer bombeaba algo más sus disparos y buscaba una y otra vez el revés del checo para provocar sus errores. El equilibrio en el marcador se rompió poco antes de concluir el primer parcial, cuando Ferrer logró romper el servicio del checo y se hizo con un último juego en blanco (6-3).