Donostia. La Behobia-San Sebastián vivió, con la de ayer, 47 ediciones. En su palmarés figuran atletas africanos, en hombres y en féminas. Pero nunca antes se había producido un doblete en el podio con corredores del continente negro. El de 2011 es el primero, y el destino quiso que tal circunstancia viniera acompañada de unas condiciones meteorológicas acordes. Porque la Donostia otoñal se disfrazó de verano para, con temperaturas superiores a los 20 grados y un incómodo viento sur, dar la bienvenida a los triunfantes etíopes: Abrha Milaw y Tirhas Gebre, ésta con plusmarca femenina (1h08:07).

Las condiciones no eran las mejores para correr, pero aún así se produjo el esperado récord de participación. 19.877 atletas tomaron la salida en Behobia, de los que 19.675 alcanzaron la meta del Boulevard. Lo hicieron, en muchos casos, agotados por un calor que provocó unas 370 intervenciones por parte de los servicios sanitarios, pero que no dio origen a ningún percance grave. También hubo récord navarro, ya que fueron 2.276 los que acabaron la prueba.

Una carrera táctica En lo que respecta a los atletas de elite, todos los ojos estaban puestos en el elenco de etíopes. A la hora de hablar de posibles vencedores, y también para dar con un posible récord. Pero en categoría masculina, esta opción se esfumó pronto. Hadush, Giday y Milaw salieron muy rápido, pero a los 200 metros ya habían aminorado su ritmo y viajaban agazapados en un grupo de unos doce atletas. Luego, el paso por el kilómetro cinco (15:39) y la fisionomía de la carrera terminaron de frustrar cualquier tipo de posibilidad. Porque los etíopes corrían a la africana, guiándose por las sensaciones y protagonizando constantes cambios de ritmo. Y así es difícil que caiga cualquier récord que se precie.

Producto de estas idas y venidas, el grupo inicial, en el que figuraban Asier Cuevas y un activo Jon Arocena, se redujo a solo tres unidades al paso de la prueba por Lezo: dos etíopes, Hadush y Milaw, y un leonés de Ponferrada, Alejandro Martínez. Este último, muy valiente en su táctica de carrera, lideró el trío durante todo el paso por el puerto de Pasajes, y continuó haciéndolo en el primer tramo de Miracruz, pero a la altura de la gasolinera empezó a ceder terreno en relación a los etíopes. El triunfo ya era cosa de dos, y Abrha Milaw despejó cualquier tipo de duda cuando a algo más de dos kilómetros de la llegada lanzó un certero ataque que resultó definitivo.

Menos emoción deparó la prueba femenina, en la que el dominio de la también etíope Tirhas Gebre resultó insultante. Que iba a ganar quedó claro prácticamente desde un principio, por lo que toda la emoción se centró en la caza de un récord que terminó cayendo (1h08:07). Segunda fue su compatriota Kahsu, y completó el podio una sobresaliente Claudia Behobide, que en un año rebajó su marca en seis minutos (1h14:22).