Al contrario de lo que ocurre en la liguilla de semifinales del Cuatro y Medio de la LEP.M, hasta donde han escalado tres pelotaris navarros (Irujo, Olaizola II y Barriola), a la penúltima ronda de la jaula de plata solo ha accedido un único pelotari nacido en tierras navarras. Se trata de Alberto Ongay, delantero de Aspe que todavía opta a hacerse con la txapela que hace un año se caló Mikel Idoate. Fue precisamente el chantreano el vérdugo de Ongay en la pasada edición del acotado de Segunda. Se cruzaron en primera ronda (los octavos de final) y ganó el que luego se convertiría en campeón del torneo. Pero la de la pasada edición no ha sido la única incursión de Ongay en el Cuatro y Medio de Segunda. En 2008, a los pocos meses de debutar como profesional, ya disputó el torneo. Superó a Miguel Merino en la primera eliminatoria, pero cayó en la siguiente ante Aratz Mendizabal. Y también hizo sus pinitos en el campeonato de Primera. Ocurrió hace dos años y Patxi Ruiz le apeó a las primeras de cambio.
Tras tres infructuosos intentos de triunfar en el acotado, en el cuarto ha encontrado su premio. Se ha colado en la liguilla de semifinales y ha hallado la tranquilidad que le ha faltado en los dos compromisos que ha solventado para acceder hasta la penúltima ronda del torneo de Segunda. "Jugué el sábado contra Tainta en el Labrit", rememora Ongay. "Salí de favorito porque él acaba de debutar hace poco, pero me jugaba mucho porque de ese partido dependía asegurarme tres más en la liguilla de semifinales. Por todo eso empecé bastante nervioso y agarrotado. La verdad es que no disfruté nada, pero sin grandes alardes conseguí sacar el duelo adelante", explica el delantero de Satrustegi.
Ongay rivalizará por un puesto en la final con los guipuzcoanos Mendizabal III y Albisu, y también con el lapurtarra de origen colombiano Lemuno. Tres rivales por los que el navarro siente un profundo respeto. Del primero de ellos, Mendizabal III, al que se enfrentará el martes de la semana próxima en el Astelena de Eibar, dice que "es un pelotari que se amolda muy bien a la distancia y puede dar guerra a culquiera". Pese a ser más veterano, Ongay no se fía. "No sé si soy favorito. Aunque lleva poco tiempo de profesional, Mendizabal III también juega mucho. De hecho, en aficionados siempre ha hecho un buen papel en el Cuatro y Medio y ha sido campeón del Torneo de Elgeta en dos ocasiones", recuerda.
De los otros dos rivales que le esperan en semifinales y que abrirán la liguilla el próximo viernes por la noche en la localidad vizcaína de Balmaseda, tiene diferentes referencias. "A Lemuno le vi jugar el domingo pasado contra Olazabal. Lo hizo muy bien. Los dos estuvieron agresivos, aunque creo que Lemuno se impuso en pegada y en remate. Atacó y defendió mucho". En cambio, asegura que "a Albisu no le he visto nunca jugar al cuatro y medio. En el partido que jugó contra Apezetxea, creía que no pasaría porque es zaguero y los delanteros tienen ventaja en esta distancia. Para mí fue una sorpresa que ganara, pero ya me han dicho que le va bien la jaula. Le imprime mucha velocidad a la pelota".
Son los últimos obstáculos que le separan de la final de Segunda. Aunque llega con la mano izquierda algo justa, saldrá a darlo todo, "como en cualquier partido". "Aquí nadie regala nada", añade. Por una cosa o por otra, hasta la fecha no ha podido brillar en ningún torneo profesional. "El año pasado llegué muy justo a mi primer partido contra Idoate y perdí. Y el año que jugué en Primera, salí muy nervioso y Ruiz me ganó". Ahora tiene la oportunidad de resarcirse.