EL ex delantero Chus Pereda, uno de los héroes de La Roja que logró en 1964 la Eurocopa ante la selección de la extinta Unión Soviética, falleció ayer en Barcelona a los 73 años de edad a consecuencia de un cáncer. Jesús María Pereda Ruiz de Teremiño (ese era su nombre completo) nació en Medina de Pomar (Burgos) el 15 de junio de 1938. Emigró con sus padres a Chile a los pocos años de edad, y al regresar a España, comenzó a jugar en el club Alcázar, de su localidad natal. En 1954 pasó al club vizcaíno Balmaseda, de Primera Regional, y un año más tarde fue traspasado al Indauchu bilbaíno.

Pronto llamó la atención del Real Madrid, donde pese a jugar tan sólo una campaña (1957-58), conquistó la única Liga que tiene en su palmarés. También sumó una Copa de Europa -la tercera consecutiva del Madrid-, pero sus diferencias con el entrenador, el argentino Luis Carniglia, provocaron su cesión al Valladolid. Con el club pucelano ascendió a Primera División en 1958, y regresó al Real Madrid, pero, con 21 años, fue traspasado al Sevilla en 1959 a cambio del jugador Pepillo. En este equipo, formo parte de la llamada delantera de cristal, en la que también estaban Agüero, Diéguez, Antoniet y Szalay. Pereda, joven aún, anotó 11 goles en su primera temporada en el combinado hispalense. Sin embargo, donde realmente alcanzó su madurez futbolística fue en el Barcelona, club que le fichó en 1961 y en el que permaneció durante ocho temporadas. Interior derecho, jugó 293 encuentros, en los que anotó 104 goles, y conquistó las Copas de España en 1963 y 1968, además de la Copa de Ferias europea de 1966. Cuando finalizó su etapa azulgrana, en 1969, fue cedido al Sabadell un año y en 1970 le traspasaron al Mallorca, club con el que terminó su carrera futbolística en 1972.

Con la selección española disputó 15 encuentros, en los que anotó seis goles. El más importante fue sin duda el que firmó en la final de la Eurocopa de Naciones frente a la URSS (2-1). En ese partido dio, además, el pase a Marcelino que supuso el tanto de la victoria.

Una de las anécdotas de esa asistencia a Marcelino radica en que las imágenes del Nodo mostraban a Amancio Amaro, y no a Pereda, poniendo el supuesto centro que cabeceó el héroe de aquel choque. En ese torneo, también logró un gol de cabeza en las semifinales ante Hungría (2-1).

Fue seleccionador catalán juvenil y en 1975 fue designado seleccionador del combinado español de categorías inferiores, donde permaneció durante dos décadas. También ocupó el puesto de seleccionador olímpico poco antes de los Juegos de Barcelona 1992, en los que España obtuvo el título, después de ser ayudante de Luis Suárez en la absoluta durante el Mundial de Italia'90. Con el combinado nacional conquistó dos Campeonatos de Europa Sub'16, y fue subcampeón del Mundo con la Sub'17 y la Sub'20. Abandonó el cargo en junio de 1993.