Klaipeda. Rusia, una de las principales candidatas a luchar por las medallas, sufrió ayer por segunda jornada consecutiva para deshacerse de otra selección proveniente de la segregada Unión Soviética. Si el miércoles los pupilos de David Blatt tuvieron que emplearse a fondo para superar a la desconocida selección ucraniana, ayer el rival que se le atragantó fue Georgia, quizá el modesto que más está llamando la atención en el torneo.

Al final, Rusia logró la victoria (58-65) porque apeló a lo práctico, al talento de su principal estrella, un Andrei Kirilenko que ha llegado a Lituania en un espectacular estado de forma y que volvió a cuajar una sensacional actuación para asegurar el segundo triunfo de su selección. AK47 cerró el duelo con 20 puntos, 4 rebotes y 3 robos de balón y fue, de largo, el jugador más destacado de un equipo en el que los secundarios siguen sin responder.

Georgia dispuso de varias jugadas en el tramo final para haber luchado por forzar la prórroga. Sanikidze, tan entonado en la primera jornada del campeonato, erró un lanzamiento de tres que a falta de medio minuto podría haber complicado mucho la historia a los rusos. Markoishvili, con 21 puntos y 3 rebotes, fue el máximo anotador del sorprendente equipo georgiano, en el que el gladiador Pachulia aportó 11 puntos, 5 rebotes y mucha pelea.

En un partido entre dos equipos sin demasiado futuro en este campeonato, Bélgica y Bulgaria, los primeros se llevaron una ajustada victoria. El exmadridista Van den Spiegel (12 puntos y 8 rebotes) fue el más destacado en el conjunto flamenco. El jugador del Unicaja Earl Rowland (22 puntos), el mejor de los Búlgaros. En el último encuentro de la jornada del grupo D, Eslovenia se impuso a Ucrania en un ajustado encuentro por 68-64.