BILBAO

SI después de un par de meses convulsos como consecuencia de haberse quedado en el paro tras la derrota de Fernando García Macua en las elecciones del Athletic Joaquín Caparrós pensaba que había encontrado un remanso de paz con su fichaje por el Neuchatel Xamax suizo, ya puede ir quitándose esa idea de la cabeza. No sólo es que el conjunto helvético se encuentre inmerso en una situación deportiva más que complicada -la pasada temporada sufrió de lo lindo para evitar el descenso de categoría y los dos primeros choques del presente curso se han saldado con sendas derrotas en las que el equipo ni siquiera ha sido capaz de marcar-, sino que las relaciones de los mandatarios del club, con el controvertido magnate checheno Bulat Chagaev a la cabeza, y los mandatarios locales tampoco atraviesan por su mejor momento.

Y es que la ciudad de Neuchatel comienza a creer que el caos en el que se encuentra sumido el conjunto suizo, en otros tiempos motivo de orgullo para sus vecinos, está comenzando a dañar seriamente su imagen en el exterior. Razón no les falta. Desde el desembarco de Chagaev el pasado mes de mayo, las noticias proyectadas hacia el exterior han sido casi todas negativas. Los cambios de cromos en la parcela deportiva, siendo el último de ellos el fichaje del entrenador de Utrera, han sido constantes y hasta el momento poco exitosos, la ruptura con los anteriores patrocinadores fue radical e incluso la semana pasada se tomó la decisión de despedir al cancerbero brasileño Rodrigo Galatto por su mal rendimiento en la que fue su primera y única aparición con la camiseta del Neuchatel.

Por todo ello, el Gobierno municipal ha decidido tomar cartas en el asunto y ha convocado a Chagaev y al resto de responsables del equipo de fútbol a una reunión que tendrá lugar la próxima semana. "Durante esta reunión, tendrán que explicarnos el daño que tanto la ciudad como el cantón están sufriendo por la utilización del nombre de Neuchatel", aseguraron mediante un comunicado antes de añadir en tono amenazante que "discutiremos las condiciones indispensables que habrá que seguir para el uso del nombre Neuchatel".

No parece este el mejor ambiente para emprender una nueva aventura, pero Joaquín Caparrós no tiene tiempo que perder con estos asuntos, no en vano mañana (16.00 horas) debuta ante su nueva afición recibiendo en La Maladiere al Sion, sexto clasificado después de sumar un triunfo y un empate hasta ahora.