Lourdes. Entró embalado en Lourdes, primero del pelotón y 12º de la etapa, con lo que recorta cuatro puntos a Cavendish en la lucha por el maillot verde, y siguió embalado después, cuando le pusieron un micro en la boca. "Cavendish lleva toda la vida remolcándose en los coches para subir los puertos", bramó José Joaquín Rojas. "Por eso", prosiguió, "Gilbert y yo hemos pedido que le siga una cámara por precaución, porque queremos un dopaje limpio con el dopaje, pero también con otros asuntos". Igual que sucediera en el Giro de Italia, cuando Fran Ventoso denunció que el esprinter británico había subido hasta el cráter del Etna agarrado a los vehículos de carrera o empujado por sus compañeros de equipo, las suspicacias en la montaña han vuelto a ejercer de detonador en el universo de los velocistas, una dimensión tan inestable como la nitroglicerina. Así, cuentan que en la etapa de ayer, tras un sprint intermedio en el que Rojas sometió a Cavendish y este se quejó de una maniobra irregular -inexistente- del murciano, Gilbert se dirigió a Imanol Erviti, el navarro del Movistar, y le reconoció su hartazgo por la situación.

excusas Hablaron con Pescheux sobre ello, pero el director de carrera del Tour negó cualquier medida excepcional para vigilar a Cavendish en las etapas de montaña. "Rojas siempre busca excusas para poder ganar. Cavendish es un líder y está tan vigilado como los demás. No hay problemas con él", dijo Pescheux. Cavendish, Rojas y Gilbert son los tres principales implicados en la lucha por el maillot verde. Los tres lo han vestido en este Tour, pero ahora lo porta el británico desde su tercera victoria de etapa en Lavaur, antesala de los Pirineos. El velocista del HTC tiene 264 puntos, trece más que el español y 24 más que el belga.