Roma. "Somos realistas: 92 puntos de desventaja en la clasificación son muchísimos. Afrontaremos cada carrera intentando ganar el máximo posible de puntos. Esto trae consigo también adoptar algún riesgo de más, y quizá ocurra que tengamos que pagar un precio alto, pero no podemos hacer otra cosa". Fernando Alonso, con la mezcla de prudencia y arrojo controlado que le caracterizan, hizo ayer un llamamiento a la calma ante unos aficionados españoles y tifosis italianos que ya piensan en el Mundial tras la victoria en Silverstone.
El bicampeón del mundo, quien indicó que no ha dedicado "demasiado tiempo" a pensar en los motivos técnicos que le llevaron a ganar en Gran Bretaña, aseguró que el éxito en Silverstone no cambiará en absoluto el modo de Ferrari de afrontar las carreras.
Por otro lado, la escudería Red Bull ha regañado a Mark Webber por poner en peligro la posición de su compañero, el campeón del mundo Sebastian Vettel, y le recordó públicamente su condición de segundo piloto, un status que el equipo de la bebida energética se empeñó en negar la temporada pasada.
"Puso en peligro el segundo puesto de Sebastian, su tercer lugar y los 33 puntos para la escudería", afirmó ayer Christian Horner, director del equipo, en el diario alemán Bild. Webber, que negocia su renovación, se queda sin alas en Red Bull.