Vitoria. Turquía acapara desde hace días las tablas de mercado. Mientras el Efes Pilsen sigue extendiendo cheques a diestro y siniestro -uno de ellos probablemente con el Baskonia como destinatario y Stanko Barac de protagonista- compatriotas como el Fenerbahce o el Galatasaray tampoco pierden el tiempo. Ayer, éste último anunció a bombo y platillo el fichaje de una de las perlas veraniegas que hace unos días se despidió de su hogar. Jaka Lakovic, condenado a vivir bajo la sombra de Ricky Rubio y la eclosión de Víctor Sada la pasada campaña, jugará en el Galatasaray las dos próximas temporadas.

El base, de 32 años, une así su nombre a los del exbaskonista Ender Arslan, Cevher Ozer, Furkan Aldemir o Jamont Gordon para intentar que la escuadra de Estambul, que disputará la ronda previa de la Euroliga, alce su voz y acompañe a Efes y Fenerbahce como representantes de la opulencia otomana. Pero, al mismo tiempo que en Turquía imprimen billetes sin parar, en Italia hay un equipo que está dispuesto a dar un enorme salto de calidad a base de fichajes de relumbrón. El Armani Jeans de Sergio Scariolo, que ya arrebató recientemente al Barcelona al extaronja Omar Cook, ha hecho lo propio ahora al hacerse con los servicios del griego Antonis Fotsis, que se ha decantado por la oferta transalpina cuando parecía tener cerrada su marcha al Barcelona. En medio de la crisis que azota a su país y que afecta a los dos grandes transatlánticos del basket heleno -Olympiacos y Panathinaikos- el ala-pívot no ha querido perder el tiempo y abandona el conjunto del trébol para unirse al ambicioso proyecto de Milán.

Por su parte, después de la traición de Fotsis y el más que probable fichaje de Milos Teodosic por el CSKA de Moscú, el Barça parece dispuesto a apuntalar su dirección de juego nada menos que con Vassilis Spanoulis. Un movimiento que, de concretarse, permitiría respirar un poco más tranquilo al Baskonia y dar prácticamente por zanjada la tan rumoreada despedida de Marcelinho Huertas rumbo a la Ciudad Condal.