Vitoria. Fijos hasta la fecha. Así ha ocurrido de manera ininterrumpida desde 1997. El Tour de Francia siempre ha contado durante este tiempo con un corredor alavés en su salida. Hay que remontarse hasta la edición de 1996 para encontrar una ronda gala sin corredores provinciales. Ahora, en este 2011, quince años después, la Grand Boucle vuelve a quedarse de nuevo huérfana de corredores alaveses.
Las opciones para este año recaían en Isasi, Koldo y Durán. Pues bien, por diversos motivos al final no estará ninguno de ellos. Fin a 14 ediciones consecutivas con alaveses en la línea de salida de la carrera por etapas más prestigiosa del mundo.
Durante estos años han sido nueve los ciclistas de casa que han estado presentes en la carrera francesa. Francisco Javier Mauleón fue el único presente en la salida de la edición de 1997 y el año pasado los dos alaveses presentes fueron un joven y debutante Arkaitz Durán junto al veterano Iñaki Isasi, quien completó su quinto Tour. Entre medias, se han unido el laudioarra César Solaun (1998 y 1999), Álvaro González de Galdeano (1999, 2001, 2002 y 2003), su hermano Igor también presente en cuatro ediciones (2001, 2002, 2004 y 2005), Joseba Beloki quien tomó parte en cinco ocasiones (2000, 2001, 2002, 2003 y 2005), además de Alberto López de Munain (2001 y 2003) y el ya mencionado Koldo Fernández de Larrea, presente en el Tour de 2009.
Además, hay que remarcar que los alaveses durante este tiempo han desempeñado un papel notable. Así por ejemplo, en un rápido repaso destacan los tres podios alcanzados por Beloki -segundo en 2002 y tercero los dos años anteriores-, los siete días que portó el maillot amarillo Igor González de Galdeano en 2002, junto con la victoria en la contrarreloj por equipos lograda esa misma temporada por la ONCE en la que militaban ambos junto a Álvaro González de Galdeano.
Además, muchos de ellos jugaron un papel determinante como gregarios para que sus compañeros de equipo pudieran lograr los objetivos marcados. Ese es el caso de César Solaun, escudero de lujo de Zülle en el Banesto en 1999, cuando el suizo quedó segundo en la general.
Un papel similar ha desempeñado en estos años Álvaro González de Galdeano, quien fuera inseparable de su hermano Igor y de Joseba en la ONCE de Manolo Saiz. Con ellos ganó la contrarreloj por equipos en 2002, edición en la que su hermano acabó quinto y Joseba segundo. Un año antes, ayudó a Igor a repetir la quinta plaza y a que Beloki subiera al tercer peldaño del cajón de los Campos Elíseos. Dos podios que no pudo ver al haber abandonado en la 19ª y 10ª etapa. Al menos, un año más tarde, cuando acudió para ayudar a Heras, se pudo sacar la espina de esos dos abandonos y en su cuarto y último Tour pudo llegar hasta París al concluir en el puesto 122 a 3h 32'.
Eso sí, además de su trabajo como gregario, el mayor de los Galdeano tuvo un debut brillante en la ronda francesa en 1999 con el Vitalicio de Mínguez. El gasteiztarra fue séptimo en la octava etapa y llegó al ecuador de la carrera en la quinta plaza de la general. Ahí no fue gregario
Un papel por cierto que sí le ha tocado desempañar durante cinco años a Iñaki Isasi. El de Respaldiza ha ejercido de guardaespaldas de corredores como Samuel Sánchez, Mayo y Zubeldia y ha llevado a cabo en muchas ocasiones un trabajo sordo para sus líderes. Así, Isasi fue uno de los hombres de confianza de Samuel el año pasado cuando el asturiano quedó cuarto y de Zubeldia en los Tours de 2007 y 2006, cuando el de Usurbil ocupó la quinta y octava posición respectivamente.
Además, el todoterreno del Euskaltel también ha demostrado durante estos años que en los pocos momentos que ha tenido libertad de movimientos ha sabido aprovechar sus oportunidades metiéndose en fugas. Su momento más destacado lo vivió en 2006 cuando finalizó tercero la quinta etapa, que se decidió al sprint. Al del Euskaltel tan sólo le batieron dos superclases como Freire y Boonen. Menos suerte tuvo Koldo Fernández de Larrea. El de Zurbano no pudo acabar el único Tour en el que estuvo presente ya que llegó fuera de control en la octava etapa de la edición de 2009.
Al menos, si el sprinter vivió la cruz en su debut, otro neófito como Arkaitz Durán pudo disfrutar de la cara en su estreno el año pasado. El entonces corredor del Footon Servetto consiguió acabar la carrera francesa a sus 24 años y además brilló con luz propia la primera semana de carrera en la que llegó a ir en el puesto 22 de la general.
También más que correcto fue el estreno de los otros alaveses. Así por ejemplo a Alberto López de Munain le tocó vivir el estreno del Euskaltel Euskadi en la carrera francesa en 2001. Pues bien, el de San Millán de San Román pudo disfrutar ese año del histórico triunfo de Laiseka en Luz Ardiden. Dos años después volvería al Tour y en ese 2003, el alavés demostró sus dotes de escalador dejándose ver en las etapas de montaña, lo que le sirvió para acabar en el puesto 34º del maillot de puntos rojos.
GLORIA E INFIERNO PARA JOSEBA Sin embargo, el debut más espectacular corrió a cargo de Joseba Beloki, quien en su primera toma de contacto con la carrera francesa acabó tercero. El gasteiztarra, enrolado en el Festina de Juan Fernández, sorprendió a propios y extraños al colarse en el podio junto a Armstrong y el alemán Jan Ullrich. Ese año, el corredor vitoriano también logró el tercer puesto en una etapa.
Una victoria parcial. Esa ha sido sin lugar a dudas una de las espinas clavadas del mayor de los Beloki en el Tour. Y es que pese a su buen rendimiento en la clasificación general en los dos años posteriores en los que fue tercero en 2001 y segundo en 2002, se quedó siempre con la miel en los labios en lo que a victorias parciales se refiere. En total, el gasteiztarra logró un segundo puesto de etapa y cinco terceros. Cerca de la gloria.
Sin embargo, Beloki también ha vivido su particular infierno con la ronda francesa. Para el recuerdo de todos los aficionados al ciclismo quedarán grabadas las imágenes del ciclista gasteiztarra tendido en el suelo tras sufrir una aparatosa caída el 14 de julio de 2003 en el descenso de La Rochette.
Ese día, un ambicioso Beloki comandaba el pelotón junto a Armstrong, líder con 40 segundos de ventaja sobre el alavés, mientras perseguían a Vinokourov. En una curva, el de la ONCE perdió el control de su bicicleta y sufrió una dura caída, rompiéndose el fémur, el codo y la muñeca derecha. Infortunio total. La fortuna le esquivó. Fue toda a parar a manos de Armstrong, que salió ileso tras cruzar por el prado.
Ese día el idilio del Tour con Beloki llegó a su fin. De hecho, en su regreso a la carrera francesa dos años después ya no volvió a ser el mismo y finalizó en el puesto 75 de la general. El gasteiztarra lo intentaría de nuevo un año más tarde.
Sin embargo, en esta ocasión no pudo ni tan siquiera tomar la salida al ser excluido por su presunta implicación en la Operación Puerto, junto al resto del Astaná, una trama en la que tiempo después se demostró que él no tenía nada que ver. Eso sí, el alavés ya no volvería al Tour. El 2005 fue su último año.
Esa edición también fue la última para Igor González de Galdeano. Este se vio obligado a abandonar en la novena etapa. Para entonces ya estaba lejos de los mejores, algo que no era nuevo para él. De hecho, así ocurrió un año antes, cuando en 2004 acabó en el puesto 44º. Muy lejos del brillo que tuvo durante sus dos primeras participaciones en 2001 y 2002 en las que consiguió acabar quinto y ser líder durante siete días.
EL CONVULSO TOUR DE 1998 La nómina de alaveses en el Tour desde 1996 hasta el año 2010 se completa con Mauleón. El primero. El único que estuvo en una lejana edición de 1997, en la que enrolado en la ONCE acabó en el puesto 85º a 3h y 11m de un joven llamado Jan Ullrich que parecía que se iba a convertir en el dominador en los años siguientes. No fue así y el propio Mauleón lo pudo constatar en la convulsa edición de 1998 que se llevó el fallecido Pantani.
Ese año explotó el caso Festina y el 17 de julio la organización decidió expulsar a sus corredores. Posteriormente, tras los registros y detenciones que durante el Tour extendieron a prácticamente todas las escuadras, todos los equipos españoles: ONCE, Banesto, Kelme y Vitalicio; y los italianos: Riso Scotti y Saeco decidieron abandonar la carrera por solidaridad con los equipos registrados y por el mal trato recibido por los gendarmes hacia el equipo TVM.
Mauleón vivió aquellos registros. Un recuerdo poco agradable y que le llevó a sentirse como un delincuente. Una pesadilla. La sombra del dopaje acechó con fuerza al ciclismo. El de la ONCE aseguró entonces que estaban limpios, aunque quiso dejar claro que el apoyo de médicos y los recuperadores que estos les aportaban eran necesarios. "Solo comiendo espaguetis no acabas un Tour", aseguró aquel verano de 1998 el alavés, quien evitó que la ronda de 1997 quedase huérfana de corredores provinciales, algo que sucede de nuevo en este 2011, quince años después.