Vitoria. SUS cuatro goles en 45 minutos al Villarreal situaron al Oporto con pie y medio en la gran final de la Europa League y a él, Radamel Falçao (Santa Marta, Colombia, 10-II-1986), preparado para abandonar el club luso en busca de retos mayores. No en vano, el colombiano, con 15 goles en 12 partidos, se erige en el máximo realizador de la competición continental igualando la marca que hasta la fecha ostentaba el alemán Jürgen Klinsmann, cuando este militaba en el Bayern en la temporada 1996-1997. Joven, con prestancia física, rápido, dinámico y con un excelente remate, sobre todo de cabeza, ya lidera las agendas de Manchester United, City, Chelsea, Juventus, Inter o Real Madrid, con un precio cercano a los 25 millones de euros.

La suya es otra historia de un niño prodigio. A los 15 años fue reclutado por el poderoso River Plate, que seguía sus evoluciones en las categorías inferiores de Millonarios de Bogotá. Debutó como profesional en 2005 durante el Clausura de la mano de Leonardo Estrada y anotaría después en el apertura 7 goles en solo 11 encuentros a las órdenes de Mostaza Merlo, antes de sufrir una severa lesión de ligamentos. Ya en 2008 el club argentino rechazó ofertas de Milan, Deportivo, Fluminense y del Aston Vila, conquistanto posteriormente el Clausura bajo la dirección de Simeone. Su salto a Europa no se hizo esperar y en julio de 2009 fue traspasado al Oporto por 5,5 millones firmando por cinco años, y no tardó en adaptarse. En los primeros seis meses El Tigre de Santa Marta -su apodo- marcó 11 dianas en 19 partidos. Durante el curso 2009-10 selló 34 tantos en 42 compromisos (25 en Liga, 4 de Champions y 6 de Copa), ayudando a Los Dragones a conquistar este último trofeo. En el presente balance 2010-2011 suma 34 goles (los 15 de la antigua UEFA, 11 hasta el sábado en Liga -donde el Oporto ya es campeón-, 5 en Copa y 3 en la Copa de la Liga).

Después de ver los dos goles que Leo Messi le hizo al Real Madrid en el Bernabéu, Falçao se conecto a su Twitter para dejar el siguiente mensaje: "Messi es impresionante". No sería de extrañar que el barcelonista hiciera lo propio 24 horas más tarde para deshacerse en parabienes hacia el colombiano. "Es la primera vez que marco cuatro goles. Es un póquer soñado, no lo voy a olvidar nunca. Yo estoy muy agradecido al grupo y a la institución por haber hecho que crezca", se sinceró el delantero en la noche que le consagró su bombardeo al submarino amarillo. Su míster, Vilas-Boas, que tiene en Mourinho a su referente, no deja de halagarle. A pesar de que su talla (1,77 metros) no corresponde a la de un ariete al uso, ha hecho de su capacidad de salto la mejor arma para adelantarse a sus marcadores, tal y como hacía el exfutbolista chileno Zamorano. Ambidiestro, aguerrido y con una fuerte pegada a media distancia, Falcao es un punta "muy difícil" de cubrir, según el entrenador luso José Mota. "Más completo que su antecesor Lisandro".

la guinda del pastel El modo en que desarboló al Villarreal en la segunda parte de la semifinal pasará a los anales en el estadio de Dragao. Cuando no era Hulk, siempre peligroso con sus percusiones, eran los afilados estiletes de Christian Rodríguez o Moutinho. Y por encima de todos, implacable, voraz, la figura de Falcao, que además espera ayudar a Colombia a sorprender en la Copa América en julio en suelo argentino. Afirma no tener ganas de abandonar el Oporto pero es lógico que en el club crezca la preocupación. "Me hacen sentir bien y estoy muy agradecido por todo lo que me han dado. Solo pienso en finalizar bien mi contrato, y el año que viene tenemos por delante la Liga de Campeones", destaca. "Tengo que vivir del presente, va a llegar el momento en mi carrera en donde me gustaría experimentar en otra liga, pero en el futuro".

Mientras describía a Messi en su red social, recordaba Falçao cómo un programa de televisión sobre un equipo de fútbol de niños, Cebollitas, le hizo soñar con ser un héroe. Ahora trata de emular a La Pulga.