la Liga ACB es, sin temor a equivocarnos, la competición doméstica más exigente de todas las que hay en Europa. Y, para hacer frente a su calendario riguroso, hace falta tener una plantilla profunda. Y eso es lo que el Caja Laboral no tiene a día de hoy. Las lesiones de Bjelica y de Sow han debilitado a un plantel que juega con ocho jugadores todas las noches. Algunos pensarán que Ivanovic no necesita más para jugar ya que es su forma habitual de actuar de cara a los partidos. Pero seguro que echará en falta esa plantilla profunda en los entrenamientos, donde realmente los equipos se forjan. Sin despreciar a Ander García o a Musli, un equipo de máximo nivel debe contar con mayores efectivos para realizar sesiones de calidad. El enfrentamiento contra los merengues era una buena prueba para seguir comprobando el estado anímico del equipo después de la dolorosa eliminación de la Euroliga. Por una parte, porque era contra el eterno rival. Segundo, porque el equipo de Molin cada día está jugando mejor o, por lo menos, eso dicen los resultados. Y tercero, porque era en casa del rival, la Caja Mágica, donde nadie había ganado hasta entonces y porque esta temporada el nivel de competitividad lejos del Buesa Arena ha sido peor del esperado. Seguro que Ivanovic se marchó de Madrid enfadado porque veía que el partido estaba muy bien encarrilado y los jugadores, en vez de seguir concentrados en los tres aspectos fundamentales del baloncesto como son la defensa, el rebote y el contraataque, permitieron que el Madrid corriera debido a pérdidas de balón, que tuviera segundas opciones con rebotes ofensivos y que anotaran con más facilidad debido a una menor intensidad en tareas defensivas. En el baloncesto de hoy en día tiene que haber un equilibrio entre el juego interior y exterior, algo que el Caja Laboral acusa cuando pierde. Durante prácticamente todo el primer tiempo, el conjunto alavés cumplió con la premisa del equilibrio interior-exterior y eso le permitió dominar el encuentro plácidamente hasta tener una diferencia máxima de 17 puntos. El equipo pasó de jugar de una forma disciplinada, comprendiendo en todo momento quién estaba en mejor disposición de sacar un buen tiro, a lanzar sin posiciones claras y sin ningún sentido del juego. En la mayoría de los partidos que esta temporada ha perdido, ha acusado o la falta de acierto en el tiro exterior, con porcentajes malos y con parecidos intentos en tiros de tres como de dos puntos, o la poca aportación de los jugadores interiores. Y eso en el año 2011 es sinónimo de derrota. Otro aspecto reseñable de esta temporada es que no es un grupo poderoso físicamente y tampoco tiene una gran envergadura por puestos. Y eso contra equipos como el Madrid se paga. Lo que sí cuenta es con jugadores rápidos que hacen que tu forma de jugar tanto en ataque como en defensa sea diferente. Otra cosa que caracteriza a los buenos equipos es que disponen en sus plantillas de jugadores que pueden ocupar diferentes posiciones. En el caso del Caja Laboral, Bjelica no ha tenido la temporada que soñaba y no ha ayudado al equipo en lo que se esperaba. De ahí esa falta de rendimiento que se le ve al equipo en determinados momentos. Y en el caso de Logan, se le presuponían dotes de base y de escolta, pero al final como lo primero no ha funcionado. El Baskonia ha demostrado que no está psicológicamente al nivel del Madrid (crecido con la victoria contra el Barça en Liga y clasificado para la Final Four), pero estoy convencido de que, si siguen trabajando duro, de aquí a los play off pueden ser competitivos también a nivel anímico, ya que a nivel técnico-táctico lo demostraron con creces en la primera parte.
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