EL Movistar quiere brillar en el Giro de Italia, para el que queda menos de un mes (arranca el 7 de mayo) y el Giro empieza con una contrarreloj de 21 kilómetros en Turín. Eusebio Unzué, que no quiere descuidar ningún detalle en su debut en una grande con su nuevo equipo, programó para ayer una sesión de dos horas en el Circuito de Navarra destinada íntegramente a preparar la lucha colectiva contra el reloj y la experiencia le dejó a él, al resto del cuerpo técnico y a los corredores, satisfechos. En la instalación de Los Arcos se dieron cita los once ciclistas preseleccionados para el Giro de Italia: Andrey Amador, David Arroyo, Marzio Bruseghin, Vasil Kiryienka, Pablo Lastras, Carlos Oyarzun, Sergio Pardilla, Luis Pasamontes, Branislau Samoilau, Fran Ventoso y el navarro Javier Iriarte, que debutaría en una grande. De ellos saldrá el nueve que vestirá el maillot azul en la corsa rosa. Junto a ellos quisieron probar el Circuito otros dos navarros, Chente García Acosta y Enrique Sanz, además de Jesús Herrada y Mauricio Soler.
Quince ciclistas que constataron que el asfalto del Circuito de Navarra agarra mucho, que sus cuatro kilómetros de recorrido se hacen muy duros, y más con el viento de cara en la recta de meta, y que allí se puede practicar a la perfección el sistema de relevos de cara a la contrarreloj por equipos, seguidos atentamente por todos sus directores, auxiliares y medios de comunicación en los coches del equipo -alguno de los cuales se pasó de frenada en alguna curva al intentar emular a los monoplazas de Fórmula 1-.
Todo ello en una mañana fresca (menos de 15 grados) y con mucho viento, aunque sin lluvia, lejos del calor de la semana pasada. Pese a lo novedoso de la estampa no es tan extraño ver rodar a ciclistas en un circuito de velocidad. Sin ir más lejos, el año pasado la Volta a Catalunya finalizó en Montmeló, la Vuelta a España de 2009 arrancó en Assen y el Giro de Italia también ha pisado este tipo de instalaciones.
Además, el Circuito de Navarra desde su puesta un funcionamiento ya firmó un acuerdo con la Federación Navarra de Ciclismo (también con la Navarra y la Española de Patinaje) para que sus deportistas federados puedan usar de forma gratuita sus instalaciones, algo muy útil sobre todo en invierno, con el circuito iluminado por las tardes.
A Chente García Acosta, uno de los voluntarios para entrenar en el Circuito -no correrá el Giro-, le gustó la sesión de ayer. "No había venido nunca y está muy bien. Aquí es donde se ve las carencias que tiene cada uno y se puede unificar todo para que la contrarreloj vaya bien. Las curvas son muy distintas a las de una carretera o pueblo, pero se pueden sacar muchas conclusiones", explicaba el veterano ciclista tafallés.
Una vez acabado el intenso entrenamiento, de cerca de una hora, algún corredor, como Marzio Bruseghin, aprovechó para realizar pruebas biomecánicas con el especialista Jon Iriberri.